16 mar 2014

[Intoxicados 15] - Jugueteo

El agua fresquita de la bañera me sienta genial hoy. Hace nada comenzaron las vacaciones de verano y se nota muchísimo que es julio. El calor que hace es digno de horno. Así que he decidido darme un baño en agua templada tirando a fría, y ha sido una buena decisión. No podría estar más a gusto.
Esta casa es genial, la verdad. Es grande, espaciosa, luminosa, con varios baños, despensa... tiene de todo. Sería perfecta para llenarla de distintos tipos de salas, desde salones hasta sala de juegos; o para una familia numerosa. Quizá Kiyoshi tuviera hermanos, pero no lo creo porque por las fotos que hay repartidas por su casa he deducido que es hijo único: sólo aparecen él y sus padres.
Yo tenía un hermano mayor. No me acuerdo muy bien de él. Era el primer hijo de mi madre, de antes de conocer a mi padre, y me sacaba unos siete u ocho años. Vivió poco tiempo con mi padre y conmigo antes de que mi madre se fuera de casa, con él. 
Pero recuerdo que era bueno conmigo. A veces me gastaba bromas para divertirse, pero cuando mis padres discutían, él me daba la mano y se iba a jugar conmigo. También a veces me quedaba dormida en su cuarto, en el suelo, y me despertaba más tarde arropada, todavía en su habitación. Me cuidaba y en su momento me daba igual, pero actualmente, me doy cuenta de ello.
Suspiro, esbozando una sonrisa al acordarme de él, y luego me deslizo hacia abajo en la bañera, metiendo la cabeza bajo el agua lentamente. Me quedo ahí debajo, con los ojos cerrados y sin respirar, disfrutando del extraño silencio que proporciona el agua, hasta que oigo un grito que viene de fuera.
Saco la cabeza y veo a Kiyoshi apoyado en una pared del baño, tapándose los ojos con una mano y buscando el manillar de la puerta para salir a base de palpar por la puerta. 
- Lo siento, Saya - dice, nervioso - No sabía que estabas aquí dentro.
- Una puerta cerrada significa que hay alguien dentro - digo, escéptica, sacando un brazo del agua.
- Llamé con los nudillos, ¿sabes? - dice él, esta vez en tono un tanto molesto - Pero nadie contestó. 
- No te oí, la verdad - digo.
- Claro, estando ahí metida debajo del agua como si fueras un cadáver, no me extraña - dice él, y pasa la mano cerca del manillar - Qué susto me has dado.
- ¿Venías a bañarte? - le pregunto.
- ¿Tú qué crees? - dice, señalando hacia un sitio en el que no hay nada, pero busco yo con la mirada hasta que encuentro una toalla grande, doblada, reposando sobre la tapa del váter.
- Báñate conmigo - digo, de broma, pero en un tono totalmente serio para confundirle.
Kiyoshi se queda totalmente quieto, y luego relaja su cuerpo, separa un par de dedos de la mano y me mira a través del espacio con gesto escéptico:
- No juegues con mis sentimientos, Saya - dice, y yo me río, decidiendo seguir con la broma.
- Venga, si es algo muy tradicional - digo, mirándole con una ceja enarcada y una media sonrisa en los labios mientras apoyo los brazos en el lateral de la bañera, con el torso totalmente dentro del agua - Bañarse con la familia o incluso con los amigos en aguas termales, por ejemplo.
- Esto no son aguas termales - comenta él, mirándome.
- No, pero se le parece - digo, y luego me vuelvo a colocar con la nuca apoyada en el borde de la bañera - Venga, si total, todos somos muy parecidos sin ropa.
- En serio, no sé si estás bromeando o no - dice, esta vez llevándose ambas manos a la cara y tapándose los ojos - ¡Me confudes, Saya! ¡Me confudes! - exclama melodramáticamente.
- Pobre, pooobre de ti - contesto yo sarcásticamente, y él me mira con cara de desesperación fingida, haciéndome saber que se ha dado cuenta de que bromeo - Vamos, sal de aquí. Déjame unos minutos más de relax.
- Eres malvada y pagarás por ello... - amenaza, señalando con los dedos índice y corazón a sus ojos y luego a los míos.
- Mira cómo tiemblo - digo, esbozando una media sonrisa y adoptando una postura más cómoda si cabe, cerrando los ojos.
Oigo cómo se mueve un poco por el baño y abre la puerta. Es entonces cuando me dice:
- Me llevo tu ropa.
Me incorporo de inmediato para ver cómo cierra la puerta, y miro al baño. Mierda. Decía en serio lo de pagar por ello. Se ha llevado mi ropa. El muy cabrito se ha llevado mi ropa.
Me quedo unos segundos mirando a la nada y después rompo
a reír. Será imbécil. Pero es un imbécil que me hace reír y que me devuelve las jugarretas. Es muy divertido.
Salgo de la bañera y grito mientras cojo una toalla con la que me cubro, enrollándola alrededor de mi cuerpo:
- Kiyoshi, si no me devuelves la ropa, saldré por la casa sin secarme, goteando.
- No hace falta que grites, estoy al otro lado de la puerta - responde en tono normal, y me lanzo al pomo.
Lo abro para verle correr por el pasillo y quedarse quieto al final.
- Dáaamela - le digo, extendiendo una mano mientras con la otra sostengo la toalla.
- Nooooope - responde él, y me lanzo a correr, cumpliendo con su amenaza de mojarle el suelo.
Le persigo por la casa varios minutos, subiendo y bajando las escaleras, haciendo paradas para colocarme la toalla, y otras paradas para descansar, hasta que en cierto momento tiro de las cosas que me enseñó el sobrevivir, tomo muchísimo impulso y salto sobre él, cayendo en su espalda y pegándonos los dos un buen golpe.
- Dámela - digo, agarrándole de broma del pelo, teniéndole acorralado bajo de mí.
Pero él, en lugar de eso, la lanza lejos.
Suspiro y me levanto, corriendo a por ella, y luego voy a mi cuarto, dejándole tirado en el suelo. Comienzo a ponérmelo todo pero no encuentro mis bragas. Creo que el muy pillo se las ha quedado. Igualmente, como estoy en mi cuarto, me pongo otras y luego los pantalones para andar por casa.
Luego voy a donde está Kiyoshi, todavía en el suelo, y le digo:
- Tienes mis bragas, ¿verdad?
- Bragas. Qué mal suena. Llámalas braguitas. Suena menos brusco - responde, sin moverse.
- Viene a ser lo mismo. Devuélvemelas - digo, nuevamente estirando la mano aunque no pueda verme.
- No - contesta él.
- Se confirma la teoría de que eres un pervertido - le digo, y entonces reacciona, se incorpora un poco y me dice:
- ¿Por qué? ¿Porque me quedo con tus braguitas? - pregunta irónicamente, y justo después añade - Bueno, sí, suena un poco mal así dicho - suspira, incorporándose del todo, y luego me lanza mi ropa, la cual cojo al vuelo.
- ¿Por qué me la has dado tan rápido? - pregunto, sorprendida.
- Porque no quiero que pienses que realmente soy un pervertido - responde, y comienza a jugar con su pelo.
- Un chico como tú no puede serlo - contesto, y le veo esbozar una leve sonrisa.
***
Me despierta, en medio de la noche, un golpe en el piso de abajo. Me quedo unos segundos en silencio, para ver is vuelve a sonar algo, pero no es así, por lo que me levanto sigilosamente y comienzo a caminar por la casa. Voy al cuarto de Kiyoshi, y veo que todavía no ha vuelto de la discoteca. Entonces pienso que quizá el del golpe sea él porque ha vuelto en malas condiciones.
Bajo, aún así, silenciosamente al piso de abajo, donde veo a un hombre tendido bocabajo en el suelo en el recibidor. Intento ver mejor y descubro el cabello de Kiyoshi, por lo que me acerco sin temores y le doy la vuelta para espabilarle, pensando que viene borracho o algo. Es entonces cuando me doy cuenta de que el cristal de uno de los ojos de la máscara de gas está roto.
Le quito la máscara de inmediato y veo que de su nariz salen dos hileras de sangre que llegan hasta su barbilla y empapan sus labios. 
- Kiyoshi - le llamo, agitándole - ¡Kiyoshi!
Pongo los dedos en su cuello y descubro que no tiene pulso. Mierda. Se ha colado gas por su máscara y... no. No se puede morir.
Le separo los labios y comienzo a hacerle un boca a boca, intentando cambiar el infecto aire de sus pulmones por uno más sano. Lo hago fríamente pero al mismo tiempo suplicando que se recupere. Lo suplico con todas mis fuerzas hasta que, de pronto, tras un par de minutos, le oigo toser.
Tose sin parar, casi ahogándose de nuevo, llegando a escupir sangre que sale directa de su garganta. 
Cuando para, no puedo evitar abrazarle y dar mil gracias porque se haya recuperado. Él también me abraza a mí y me da las gracias porque sabe lo que he hecho por él. Me da las gracias sin parar.
Entonces se separa un poco de mí y me mira a los ojos, pero yo le miro a él a los labios, y no puedo evitar besarle. Estamos un poco, apenas unos segundos, y luego le digo que debería lavarse un poco.
Él asiente y le veo caminar, una vez más. Pero esta vez queda grabada en mi retina. Ha vuelto a la vida, como un zombie, pero siendo una persona. Yo he hecho que vuelva a la vida.
Siete personas muertas a mis manos, dos salvadas.
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Antes de nada, disculpad el retraso de la publicación de este capítulo. He tenido el finde ocupado y hasta ahora no he podido publicar.
¿Podría haberlo dejado programado? Sí. Pero soy gilipollas y se me ocurre ahora xDDD Lo siento, de verdad. Pa la próxima ya lo programaré y tal.
Por otra parte, muchas gracias a Cgm, Pao Del Cid y al Anónimo por haber comentado y leído el anterior capítulo :) También gracias a todos los que leéis y no comentáis. Sé que estáis ahí, y lo aprecio mucho ^^
Por otra parte... bueno, para los que no lo sepáis, la verdad es que es común en Japón ir alguna vez a baños termales, que están divididos en para mujeres y para hombres, y estás ahí en pelotas (literalmente) bañándote con desconocidos o con colegas si has ido acompañado.
Y de pequeños los niños se bañan con sus padres y esas cosas. Costumbres de otros países, qué sé yo. A mí no se me ocurriría meterme en pelotas en un baño termal con más gente. Me daría mucha vergüenza xD
En fin, a pesar de estar publicando en Domingo, que sepáis que todo sigue igual: Martes y Viernes nuevo capítulo. Esta semana es excepción.
Y bueno, nada más de momento. Creo. Mis disculpas de nuevo por haber tardado en publicar.
Espero vuestros comentarios, estupendísimos ^^
¡Un abrazo muuuuuy fuerte!

3 comentarios:

  1. EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    *O*
    ¡¡YA VES SAYA!! ¡¡YA VES!! HA SALVADO A KIYOSHI, YAAAAAYYYYYY LE HA SALVADO, Y SALVAR VIDAS CUENTA POR MÁS QUE QUITARLAS, YEEEEEEEIIIIIIHHHHH *O*
    AI LOB SIYOSHI.
    SIYOSHI IS GUD FOR MI AN FOR YU, YEA SIYOSHIIIIIIIIII
    Los amo, AAAAHHHHHHH, son demasiado monos, AHHHHHHH
    -Pao

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    1. NO SÉ CÓMO PUDE NO DECIR ESTO ANTES: LE HAS SALVADO, ESTAMOS AGRADECIDOS *O*
      Tengo ganas de comentar mucho, pero he comentado ya todas tus entradas D: Desventajas de ser una fangirl obsesionada .-.
      -Pao

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  2. Vale, no entiendo a Saya ni un poquito; vale que es una chica, pero yo también, tendría que hacerme, al menos, una idea general, no?
    Dejando eso de lado... Siete a dos, Saya; la balanza sse irá compensando poco a poco (creo, no sé, yo no soy la autora)
    Un supermegahiperultra grandísimo capítulo (tal vez debería dejar esta manía mía de fusionar los adjetivos... Nah!)

    C
    G
    M

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