1 abr 2014

[Intoxicados 20] - Inmunidad

Hoy, por fin, es el último día de limpieza de zombies de la zona norte de la ciudad. Después de que pasen los equipos de limpieza de calles, y los de revisión de nivel de gas venenoso en edificios; toda la gente podrá volver a sus casas. 
Mis sentimientos respecto a esto son confusos. Por un lado quiero volver a mi pequeño apartamento por aquello de tener intimidad y hacer lo que quiera cuando quiera, pero por otra parte echaré de menos la compañía de Kiyoshi. 
Estoy recorriendo junto a una compañera una de las calles, cuando de pronto, vemos a una mujer caminando con el que parece su hijo. Nos acercamos de inmediato para comprobar si están bien, y vemos que, aunque el niño lo está, ella tiene el brazo izquierdo lleno de mordiscos.
Mi compañera aleja rápidamente al niño de su madre, temiendo por su vida, pero esta reacciona al instante. Agarra el uniforme de mi camarada, lo que hace que intente separarlas, pero entonces grita:
- ¡Soy inmune! ¡SOY INMUNE!
La suelto al instante, incrédula. No puede ser. Un inmune al virus zombie. Si hay un inmune, hay una cura. Si hay un inmune, podremos librarnos de esos seres. Incluso los que todavía vivan podrían ser... curados. 
- ¿Cómo sabemos que no mientes? - pregunta mi compañera, apuntándola con su arma.
- Mira estos mordiscos - responde la mujer, y nos enseña su brazo - Se nota que son de hace semanas. De hecho seguramente tengan que... - enmudece, y me doy cuenta de que es por su hijo. Debe tener apenas seis años.
- Fujimori, - me llama mi compañera - ¿cuál es el procedimiento ante caso de inmune?
- Escoltarlo a un hospital tras comunicar al jefe - respondo, recordando las clases de instrucción. 
Entonces, pidiéndole a la madre que agarre a su hijo y que espere unos instantes, utilizo el walkie-talkie. Comunico la situación y, después, vamos todos al único hospital en funcionamiento de la ciudad, que está en la zona este.
Cuando llegamos de vuelta a la trinchera norte antigua, la que estaba antes de la horda y la que ahora nos toca reforzar; mi compañera y yo somos asaltadas a preguntas sobre nuestro encuentro con la inmune. Nos dicen que quizá consigamos alguna medalla de algo o algún tipo de reconocimiento, pero lo dudo. Nosotras apenas somos protectoras de una pequeña parte de lo que antes fue el distrito de Shibuya, en Tokio. No somos militares, ni policías ni nada por lo parecido. Se necesitaba gente para proteger las zonas reconstruidas y limpias, y nosotras, como el resto de los compañeros, decidimos aceptar.
Así que sé que no tendré ninguna clase de reconocimiento. Como mucho, la inmune nos recordará, pero siquiera sabe cómo son nuestras caras. Puede que ahora, entre mis compañeros, seamos un par de heroínas; pero no seremos más. 
Aunque tampoco me quejo. Nunca he querido una vida de fama.
***
- ¿¡QUÉ!? - exclama Kiyoshi en cuanto pronuncio la palabra "inmune" - ¿UNA INMUNE? ¡Santo Dios! ¡Estamos salvados! - dice, levantándose con una gran sonrisa en el rostro, aunque al instante su alegría desaparece - Claro, que yo tendré que seguir llevando la máscara de gas por todas partes...
- Bueno, todos tendremos que llevarla a no ser que inventen algo para limpiar el aire - comento.
- ¡Da igual! - dice, entonces, sorprendiéndome - Son buenas noticias. De hecho, está siendo una buena temporada, ¿no crees? Primero empezamos a salir y luego resulta que la inmunidad existe. ¡La vacuna seguro que llega dentro de poco!
- Pero hay que tener en cuenta qu- empiezo a decir, pero me interrumpe arrodillándose frente a mí y posando sus dedos sobre mis labios.
- ¿Sabes lo que terminaría de rematar la temporada? - me pregunta retóricamente mientras aparta los dedos - Que pudiera estrenar una caja de preservativos - se responde, y luego mueve las cejas exageradamente.
- Mira, Kiyoshi - le digo, agarrando sus manos - Existe una cosa... una cosa sana que te puede ayudar con esas tremendas ansias de falsa reproducción tuyas... - comienzo a decirle, como si fuera un adulto explicándole cualquier cosa a un niño.
- El porno - responde él, sin cortarse, y yo asiento con la cabeza - Ya, a ver, recurriría a eso, pero resulta que, primero, la conexión a Internet en esta casa es prácticamente nula; y segundo, tengo la suerte de tener novia - abro la boca para protestar de broma, pero añade - Una novia inteligente, divertida y preciosa que me ha demostrado en más de una ocasión que se toma estos temas con mucha naturalidad.
- Sí, vale, pero igualmente hace años que no me acuesto con nadie y eso hace que esté un poco temerosa, lo que se suma a los tíos aquellos que... - mis palabras se cortan por sí solas al acordarme, y desvío la mirada.
- Ya, ya me lo dijiste - dice Kiyoshi, acariciando mi rostro - Lo comprendo. Tú tranquila, que ya sabes que yo todo esto lo digo en broma. No te quiero sólo por ser un bombón y tener vagina.
Me río y le miro a los ojos:
- ¿Nunca te cortas al hablar o qué? - le pregunto, sonriendo.
- ¿Qué pasa? ¿No te gusta que sea así? Si quieres digo "entrepierna". Suena más suave que... - se acerca a mi cara y añade - vagina.
- Eres idiota - le insulto, riéndome - Pero bueno, me alegra que... - enmudezco de n
uevo y abro mucho los ojos.
- ¿Qué pasa? - me pregunta, preocupado.
- Espera, espera... has dicho... ¿has dicho que me quieres? - le pregunto, y al instante sus ojos se abren tanto como los míos - Sí. Lo has dicho - digo, sonriendo. 
- Bueno... - dice, sonrojándose y alejándose un poco de mí.
Se sienta en el suelo, con las piernas cruzadas, mirando a un lado. Su cabeza está gacha y juguetea con los mechones de su pelo.
- Puede ser que lo haya dicho, sí - dice en tono de voz bajo - Y no sé si ha sido un poco pronto como para decir algo así.
- ¿Qué más da? - pregunto yo, acercándome a él - Que sí, que llevamos muy poco tiempo juntos, que nos conocemos desde hace apenas unos meses, pero, ¿y qué? A la porra con eso. Quiéreme, si quieres.
- ¿Y tú a mí no? - salta, de pronto, mostrándome su rostro totalmente enrojecido - Oh, no - añade al instante, exagerando - Nuestros sentimientos no son recíprocos - dice, y hace como que se desmaya.
Me río y me tumbo a su lado, momento que él aprovecha para abrazarme y darme unos cuantos besos rápidos en los labios. Me acurruco como puedo a su lado, disfrutando de la sensación, hasta que llega el momento de hacer algo de cena.
***
Kiyoshi toca en el piano que tiene en su casa. Me ha dicho que esta melodía solía tocarla para su ex-novia, porque le encantaba. De hecho, me ha dicho que es la que estaba tocando cuando tuve que rescatarle, o lo que fuera. Que por eso comenzó a llorar.
También ha estado hablando de ella. Creo que, aunque esté conmigo, todavía no ha superado que ya no está con ella. No me importa, la verdad. Puedo comprender lo que siente. Yo todavía no supero la muerte de Aiko, ni la de mi padre. No supero que no pueda volver a verles, que no estén conmigo. Le entiendo.
Apoyo la cabeza en su hombro mientras veo cómo sus dedos, más anchos y largos que los míos, se deslizan por las teclas del piano. Ahora mismo, Kiyoshi no sólo está tocando el piano, se está enfrentando a los recuerdos de cuando lo hacía para su anterior novia.
Al parecer era una chica genial, con la que me habría encantado tener una amistad. Yo no sé si soy tan genial como ella, no sé si las expectativas de Kiyoshi están muy altas. Sé que está conmigo, sé que me gusta muchísimo y que acabaré queriéndole con todo mi corazón. Sé que cuando estoy con él parece que nada más exista, que el mundo se reduce a nosotros dos y no hay zombies, ni gas venenoso, ni nada. Sé que me tranquiliza abrazarle, sé que no hay mejor sensación que oírle respirar cuando duermo a su lado.
Supongo que para él también es así, y supongo que tampoco necesita más.
De pronto veo que pasa de una melodía a otra en un instante. Termina con la primera y va a la siguiente. Cierro los ojos. No me importa un pequeño concierto privado de piano, aunque sean canciones un tanto tristes. Respiro con tranquilidad hasta que le oigo cantar. No esperaba eso, por lo que presto atención a la letra para enterarme de lo que dice.
Y en cierto momento alzo la cabeza y le miro con el ceño fruncido. Él sigue tocando y cantando, mirando a las teclas. Yo niego una y otra vez lo que canta en mi cabeza, pero dejo que se exprese. Hasta que llega un momento en el que no aguanto más: poso mi mano sobre la suya, haciendo que pare. Él cierra los ojos y frunce el ceño.
- Nunca correré para alejarme de ti - le digo, acariciando su pelo con la otra mano.
- Es sólo que... - dice él sin abrir los ojos - eres tan... quiero decir, lo tienes todo, Saya. ¿Qué soy yo a tu lado?
- Eres la única persona en el mundo con la quiero estar - le respondo - Eres quien me hace reír a carcajadas, quien me acompaña día a día, quien hace que me levante todos los días sonriendo - me río un poco y él me mira - Justo hace un momento pensaba que... que qué era yo al lado de tu ex novia, y de pronto me vienes con estas.
Esboza una media sonrisa triste y dice:
- Somos un poco tal para cual.
- Somos un par de idiotas - añado, y esta vez se ríe más animadamente.
- Entonces tendremos hijos el doble de idiotas que nosotros - comenta, mirándome con cierta alegría.
- Eh, eeeh... - digo, alejándome - Primero que si me quieres, luego que si hijos... ¿Qué será lo siguiente? ¿Pedir mi mano? - pregunto, de broma.
Levanta una mano, como haciendo que espere, y se levanta para luego arrodillarse en el suelo. Me empiezo a reír de lo serio que está, más aún cuando me mira a los ojos y dice:
- Saya Fujimori, ¿quieres comida china para cenar?
-¡Sí, quiero! - exclamo, levantando los brazos.
................................................................................................................................................................

Bueno, bueno, bueno, BUEEENOOOOOO...
Esta vez a tiempo, ¿eh? Si es que soy la caña (no xD).
A ver, antes de nada... las mates no son lo mío, ¿sabéis? Os dije que quedaban tres capítulos cuando quedaban CINCO. Cinco contando este, claro, así que ahora quedan cuatro xD No me juzguéis, ¿vale? "Pero Misora, es una suma simple". Shhhh... ya lo sé. Pero las mates y yo nos odiamos a muerte desde que nací.
Por otra parte partosa parteada... pues no sé qué más deciros. Que os quiero :')
Muchas gracias a Pao Del Cid y Cgm por haber comentado el anterior capítulo, y también por seguir esta historia ^^ Sois estupendas las dos.
Por cierto, Artefactos fue de alienígenas, Intoxicados va de zombies... y Carne entre los dientes irá de criaturas sobrenaturales en plan fantasía xD AHÍ LO DEJO.
Eeeeh... ¡ah! La primera foto, es un mordisco de mentira, ¿vale? xD Todo maquillaje y apósitos y eso. Espero que no os haya dado asquete ni nada.
Y bueno, creo que nada más. Nos leemos el viernes ;)
Uuuun abrazo muy fuerte para todos ^^

Edit: se me olvidó decir que el vídeo que he puesto es de lo que Kiyoshi le canta a Saya xD Ahora sí, yastá.

2 comentarios:

  1. WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH ESE FINAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAALLLLLLLLLL
    *O*
    ESE
    FINAL
    *se abanica* CREÍ QUE LE IBA A PEDIR MATRIMONIO XD Pero oh my Siyoshi, todavía es pronto... OH POR DIOS IMAGÍNATE ADORABLES E IDIOTAS BEBÉS SIYOSHI
    CREO QUE VOY A COLAPSAR
    Y EXPLOTAR DE PASO
    KA-BOOM BABY! (?
    *PUKE RAINBOWS*
    Y para más eso de la inmune, todos felices y comiendo perdices y el Siyoshi haciendo bebés idiotas *O*
    AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
    *dies*
    -Pao
    Pd: WIIIIIIIIIIIIII NUEVA NOVELA WIIIIIIIIIIIIIIIIII
    PD2: OH HEY, ¿es de licántropos?
    PD3: YO AMO LOS LICÁNTROPOS *O*
    PD4: Yay me queda más tiempo para procesar que se acaba xD

    ResponderEliminar
  2. El "Sí quiero" este solo se te podía ocurrir a ti, eh?
    Un capítulo fantástico!!!
    Criaturas sobrenaturales?!?!?!?! Bieeen!!!!! Por fin unos bichos que no necesitaré que me expliques!!!

    C
    G
    M

    ResponderEliminar

¡Eh! ¡Ten cuidado conmigo! ¡Tengo una pierna! ¡Y puedo atacarte con ella en caso de no ser respetuoso en tu comentario! Así que vete con ojo...