23 ene 2013

En otra vida, cuando seamos gatos.

Ella camina, en la noche, atravesando una plaza vacía. Gabardina verde abierta, bufanda blanca al vuelo a su espalda, cabellos cortos y negros como cielo. Camina mirando al suelo, con las manos metidas en los bolsillos para protegerlas del frío; o quizá simplemente quiere encogerse sobre sí misma, refugiarse, protegerse y mimarse durante una hora, puede que dos.
Pero sigue caminando aunque la brisa nocturna de finales de otoño le azote el rostro y se cuele por sus medias para congelar sus piernas. Sigue adelante sin mirar atrás.
Y precisamente allí, atrás, está él. Su pelo rubio engominado es más claro que cualquier otra cosa esa noche. Sus ojos verdes muestran tesón, fuerza, empeño. La siguen, la observan. Miran sus pasos con una mezcla de pasión y terror. La sigue, la está siguiendo enfundado en una chaqueta marrón y con unas deportivas que se volvieron sucias y estropeadas precisamente por haber caminado junto a ella durante tantas tardes, tantas horas.
Él decide acelerar hasta alcanzarla. Ella, tan metida en sus pensamientos, ni si quiera oye sus pesados pasos.
- Lauren - llama él estando apenas un paso tras ella - Espera.
La mujer, al reconocer su voz, gira la cabeza y le dedica primero una mirada de estupefacción, y luego una cargada de dureza. Gira el rostro de nuevo al tiempo que acelera el paso. Él la imita.
- ¡Hey, espera! Lauren - dice el hombre, esperando que ella se pare para hablar. Al ver que no lo hace, la alcanza con un par de largas zancadas.
- ¡Ah, Señor! - dice ella, poniendo los ojos en blanco y acelerando aún más el paso para dejare atrás.
- ¿Podemos hablar? - pregunta él suavemente, quedándose medio paso atrás, mirándola con humildad.
- ¡No! - responde ella, frunciendo aún más su ceño y clavándole los ojos en los suyos con un desprecio no se sabe si real o fingido.
- Lauren, no sigas caminando - pide el hombre, que al ver que ella sigue adelante, exclama - ¡Hey, de verdad intenté suicidarme! - esa frase consigue que la mujer pare de andar, quedándose a unos dos pasos de él - Justo antes de que lo fingiera... - añade él, recordando el motivo de la discusión.
Ella suspira, agacha la cabeza y se queda mirando al suelo. Sonríe amargamente y dice:
- Guao - sube la cabeza y se encuentra con los ojos de él, que la miran con una mezcla de vergüenza, culpa y expectación - Sean, lo nuestro se acabó.
- No, no lo hizo - responde él, frunciendo el ceño y ladeando la cabeza.
- Sí, lo hizo - dice ella, y seguidamente añade - Estoy enamorada de otra persona - se da una pausa para tomar aire y reunir fuerzas para lo que le va a decir mientras él se limita a enarcar una de sus rubias cejas - Mi ex-novio Víctor, y en realidad no es de tu jodida incumbencia.
En cuanto ella termina de pronunciar sus palabras, él ríe amargamente, sin aceptar lo que dice, sin podérselo creer.
-¿El puto Víctor? - pregunta en tono hiriente, con una sonrisa chulesca en los labios, como si no le importara.
-Sí - responde ella, ignorando su tono y su risa, enarcando sendas cejas y asintiendo un par de veces.
-¿Por qué coño me escribiste cartas? - pregunta él, sacando unos folios doblados de uno de sus bolsillos y agitándolos en el aire.
- Guao - dice ella tras suspirar.
Toma aire, adquiriendo voluntad suficiente como para seguir ahí, para enfrentarse a una situación que debía haber enfrentado tiempo atrás. Mira a Sean con ojos tristes, y él responde con una mirada enfurecida y cansada al mismo tiempo.
- Acéptalo, Sean, se acabó. Rock n' roll - dice, para indicarle que esa discusión en ese momento, a esas horas, tras tanto tiempo; no tiene en realidad sentido alguno.
Él cambia su mirada, y cambia de táctica también. Acepta que discutir no tiene sentido, y que su enfado no le llevará a ningún lado; y tras ello sentencia:
- Lauren, quiero conocerte.
Entonces ella frunce su ceño y contesta:
- ¿Qué significa eso? Conocerme. Conocerme. ¡Nadie conoce a nadie jamás! - exclama ella, dejando salir un poco de su ira.
Ambos se miran durante unos segundos, y tras ello, Lauren niega con la cabeza y sigue su camino. Cabeza gacha, manos en los bolsillos, inmersa en su mundo.
Deja atrás a un Sean destrozado, que ni si quiera tiene el valor para mirar cómo se aleja de su lado, esta vez para siempre. Su garganta empieza a doler cuando trata de evitar que las lágrimas, ahora inundando y nublando su vista, se derramen por sus mejillas. Pero es inevitable. El dolor de garganta no es más que el reflejo físico del dolor que siente al darse cuenta, por fin, de que Lauren y él jamás volverán a estar juntos, y es ese dolor el que provoca que lentas, saladas y densas lágrimas se deslicen desde sus párpados hasta su barbilla.
Alza la mano, mirando las cartas, recordando las palabras escritas en ellas. Los dedos le tiemblan cuando deja de hacer el más mínimo esfuerzo por sostenerlas para así dejarlas caer, pues sabe que es imposible para él tirarlas con rabia. Deja que caigan por sí solas, al igual que deja que su relación con Lauren termine de terminar.
Se limpia las lágrimas con el dorso de la mano, y después, metiendo al igual que ella las manos en los bolsillos, encogiendo los hombros y agachando la cabeza, empieza a alejarse del lugar, tratando de dejar allí la conversación, el día, el momento que le seguirá durante los próximos meses. Tratando de dejar allí sus sentimientos por Lauren, a quien seguirá queriendo durante los próximos meses.
Por dentro, la maldice aunque la quiera y la comprenda. Piensa de mentira que es una insensible. Se autocompadece aún sabiendo que no se lo merece como único medio para parar la sangre que brota de la herida.
Lo que Sean no sabe es que Lauren corre a su casa sintiendo el corazón oprimido, llorando igual que él.
...............
Entrada basada en el inicio de la canción del grupo Maybeshewill, "In another life, when we are cats". La dejo aquí abajo:




Si veo que tiene comentarios escribiré una segunda parte :3

9 comentarios:

  1. Definitivamente, en cuanto te publiquen voy y me compro cada uno de tus libros. Me re encantan tus relatos, desde Sangre sobre el Pan hasta éste *-*
    -Pao

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    1. Me alegro muchísimo de que te encante lo que escribo, de verdad ^o^ Me dejo la piel (de las yemas de los dedos) en ello. Bueno, puede que exagere, pero de verdad me esfuerzo en ofrecer escritos de calidad.
      Y jopé, me siento con energías ahora xD Me has dado muchos ánimos al decir que comprarás cada uno de mis libros xD Ojalá llegue a publicar, en serio, es mi GRAN SUEÑO por así decirlo xD Y bueno, publicar y que me vaya bien, claro xD
      En fin, que me enrollo contándote mi vida xD
      Muchas gracias por haber comentado y leído ^^
      Beeesotes :3

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  2. segunada parte yaa!!me encanta!!enserio eres una muy buena escritoraaa!!sigue asi:)bss

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    1. Segunda parte hoy mismito ;) Me alegro de que te haya encantado, en serio, y me siento halagada pues has dicho que soy muy buena escritora ^////^ Eso le sube la moral a una :3
      Muchas gracias por leer y comentar ^^
      ¡Besazos!

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  3. Wow... estoy sin habla.
    Tú no tienes talento, tú tienes un don!
    Has conseguido que me ponga a llorar.

    Un besazo

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    1. Un don, dice >////< No sé yo... simplemente me esfuerzo y tengo mi objetivo de vivir como escritora en mente. Además, escribir me apasiona. Me puedo pasar horas y horas escribiendo, o corrigiendo lo escrito, o perfeccionando la historia, o pensando en los personajes... No sé, escribir me hace sentir llena de vida o algo así xD
      Y jopé, no sé si haber conseguido que llores me hace sentir bien o mal. Por un lado es un logro porque realmente te ha emocionado lo que he escrito, y por otro, me hace sentir un poco mal porque una de mis lectoras y comentaristas ha llorado xD Pero bueno, me lo tomaré como un cumplido o algo así xD
      Muchísimas gracias por comentar y leer :3
      ¡Muchos besos!

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    2. Que haya llorado es bueno, demuestra que sabes como emocionarme; además, no es la primera vez que lloro con lo que escribes, también lloré con la muerte del ninja en Sangre sobre el pan (bueno, no lloré, pero fue por puro orgullo, tenía a mi hermano pequeño al lado; que, si no, me deshidrato ahí mismo), de todas maneras, a mí no es difícil hacerme llorar con estas cosas, enseguida me llegan a la patata.
      Si publicas un libro avísame, que lo compro a los tres segundos de que llegue a la tienda.

      Un besazo

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    3. Aish, pobre, que es de lágrima fácil xD Bueno, a mí también me pasa que me meto en la historia super rápido y puedo llegar a sentir mil cosas, pero nunca he llorado con un libro, o eso creo... Vale, no, lloré con El Principito, pero porque el final es muy triste y bello al mismo tiempo y no lo pude contener. Normalmente no lloro con libros, ni con pelis, ni na de eso xD
      Y tranquila, si consigo publicar, avisaré por los dos blogs ;)

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  4. Holi, esto está genial, en serio. Comentaba para dejarte mi canción: Who Wants To Live Forever, de Queen. Supongo que la conoces :3 Si he de añanadir algo a la futura historia, me gustaría que tratase sobre una adolescente difícil. Eres genial, un saludo!

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¡Eh! ¡Ten cuidado conmigo! ¡Tengo una pierna! ¡Y puedo atacarte con ella en caso de no ser respetuoso en tu comentario! Así que vete con ojo...