29 ene 2014

Veintinueve de Enero - Tres años después

War, Coliseo, Pangea:
Camino por el largo pasillo hacia la entrada a la Arena, una vez más. Las antorchas se encienden según paso por su lado, y se apagan cuando ya estoy lejos. Domine aletea a mi derecha, acompañándome de nuevo. Ya
no es sólo mi hada, ahora es mi amigo, mi apoyo, e incluso mi secretario. Se encarga de organizarme las semanas, y se lo agradezco.
Hace un momento estaba en una rueda de prensa. He visto a Moses allí. Siempre viene, y siempre le concedo la palabra. Me da igual que luego digan que es trato preferente porque fue mi compañero de equipo. No hablamos nunca, es mi único contacto con él, y fue alguien que cambió algo en mí. Alguien importante.
Siempre está con sus preguntas filosóficas. Lo detesto, de verdad, pero a la vez necesito que las haga. Necesito que me obligue a pensar.
Dicen los de la prensa que he cambiado, y es verdad. Mi número de combates se ha reducido. Sigo en mi línea de no rechazar ninguno, de ganarlos todos; y sigo sintiendo el frenesí de la gloria corriendo por mis venas, pero ahora cada vez que un jugador cae muerto a mis pies no puedo evitar pensar si caerá muerto en la realidad, y si será mi culpa.
Llego al final del pasillo y observo, a través de los huecos cuadrados en la puerta, a la gente emocionada en sus asientos del Coliseo. Puedo oír sus miles de voces excitadas ante los combates que se avecinan. 
Tomo aire y frunzo el ceño, poniendo recta la espalda. Me coloco el casco y Domine revolotea frente a mí. Me da ánimos con una sonrisa, y también confianza con unas pocas palabras. A pesar de que siempre voy confiada, nunca está de más que él me suba los ánimos.
Le sonrío levemente y le indico con la cabeza que se vaya.
Me pregunto si Hunger o Plague estarán entre los asientos del público. Siempre les busco con la mirada al entrar, y al salir; y nunca les veo. No me sorprende. Algo tan violento no es lo suyo. 
Blasphemy llega a mi cabeza. He invertido bastante dinero en buscarla. Moses fue con ella a Letonia, a encontrar al Gabriel que se ocultaba tras su personaje en Pangea, y ella desapareció dentro de un piso. Para cuando la policía llegó allí después de que Moses se alarmara y les llamara, no había nada dentro. Era un piso vacío, lleno de polvo.
Es algo demasiado misterioso. He pasado tardes enteras pensando al respecto, tratando de unir las pistas que he conseguido tras pagar investigaciones, pero me resulta imposible. Nada tiene sentido, y lo poco que lo tiene, está a medias. Son todo callejones sin salida, como si alguien los interrumpiera de pronto. Y estoy convencida de que ese alguien es Gabriel, pero no puedo demostrarlo, y tampoco quiero desaparecer.
Las puertas comienzan a abrirse. El sol reflejado en los granos de arena me ciega un instante, obligándome a entrecerrar los ojos, pero yo camino hacia delante, envolviéndome en los aplausos y vitoreos del público, al cual miro una vez más, buscando esperanzada a mis amigos.

Hunger, su hogar, España:
Estoy terminando de vestirme cuando oigo el timbre. Voy a paso rápido al recibidor, donde pulso el botón para abrir el portal a la calle. Veloz como el viento voy a la cocina y me tomo un par de pastillas, y luego al baño, donde me peino el húmedo pelo. Esto me pasa por no hacer las cosas con tiempo, joder.
Antes de que me dé tiempo a ponerme una triste camiseta, ya llaman al timbre del piso. 
Me miro en el espejo de cuerpo entero de mi cuarto. Bueno, no doy asco. Estoy bien, supongo. No pasa nada porque abra con el torso desnudo.
Voy de nuevo al recibidor y abro la puerta.
- Héctor, por Dios - dice ella, que hoy viene con el pelo recogido en dos trenzas - No me recibas así de sexy, hombre.
- Uy, sí. Muy sexy - respondo, sarcástico, mientras me aparto para dejarla pasar.
- Ya te digo yo que sí - dice, entrando.
Se encamina directamente a mi cuarto y yo la sigo, viendo su graciosa manera de caminar. Una vez allí, se descalza y yo aprovecho para ponerme una camiseta cualquiera.
Luego me acerco y la beso. Es curioso porque ahora tenga que agacharme un poco para besarla, y ella tiene que levantar la cabeza. Antes era al revés.
Se ríe con suavidad y se sienta en mi cama. Me pregunta qué tal llevo los exámenes, y lo único que puedo hacer es suspirar. Es el último curso y es el más duro de todos. Nunca he sido un alumno estupendo y lo noto ahora. Me dan ganas de viajar al pasado para abofetearme y obligarme a estudiar más para estar ahora acostumbrado. Pero bueno, la es tarde para eso.
- ¿Sabes? Hoy he estado pensando en Ana - dice de pronto Rut, sacándome de mis pensamientos.
- Amor, deberías dejar de pensar en ella - digo yo, tomando su mano - Ni War ha conseguido encontrarla.
- Es distinto - responde ella, frunciendo el ceño - Era mi amiga. Mi mejor amiga. Y desapareció en un piso en medio de Letonia. No tiene sentido.
- Ya lo sé - digo, apretando su mano.
- Simplemente me gustaría saber si está muerta - dice, levantando la cabeza - Porque si lo supiera, estaría más tranquila. Está muerta, ya está. O está viva. A saber dónde, pero viva. No... desaparecida. Eso no clarifica nada - me explica.
- Bueno... sea como sea, tú estás aquí - le digo, y ella me mira - Estás aquí, conmigo, y yo estoy aquí para ti. Yo no voy a desaparecer - digo, intentando consolarla, y ella esboza una sonrisa y me acaricia el rostro.
- Eres un cacho de pan - me dice, y pregunto de broma:
- ¿Porque estoy muy rico?
Ella se ríe para después abalanzarse sobre mí. Me tira sobre la cama y me besa, pero entonces nos movemos un poco y acabamos por caernos al suelo. Rompe a reír y yo sonrío sólo con mirarla. Me gusta ver que es feliz. Espero tumbado en el suelo a su lado hasta que se le pasa el ataque de risa, y luego ella me dice que me quiere. Respondo dándole varios besos seguidos y rápidos, y luego nos levantamos del suelo, dispuestos a mirar en algún foro si alguien por fin se ha creído lo de que Gabriel se teletranspora por todo el mapa de Pangea.

Moses, un hospital, España:
Entro en la habitación abruptamente. He llegado tan rápido como he podido desde el pueblo a las afueras de Madrid en el que vivo con Rina. Y ella está ahí, tumbada en una cama, descansando. Ni se sobresalta al verme llegar. Simplemente mueve la cabeza hacia mí y me sonríe. Me acerco a paso rápido y le doy un beso en la frente.
- ¿Estás bien? - pregunto.
- Sí, tranquilo - responde ella en tono cansado, pero feliz - Olvidas que las mujeres estamos preparadas para estas cosas.
- ¿Y Daniel?
- Se lo ha llevado una enfermera para no sé qué, pero me ha dicho que volvería pronto.
Justo entonces la puerta de la habitación se abre. Una mujer vestida de blanco que porta consigo una extraña cuna con ruedas entra en la habitación y me pregunta si soy el padre. Asiento con la cabeza y ella saca a mi hijo de la cuna. Me dice que tengo un niño perfectamente sano mientras me lo entrega, pero apenas puedo escucharla.
Me río cuando le veo, asombrado. De pronto está entre mis brazos y no puedo pensar nada más allá de que es un pequeño milagro. Tiene los ojos cerrados y hace sonidos mientras mueve un poco sus brazos y sus piernas. Tengo miedo de que se me caiga, es tan pequeño... pero le acerco a mí.
No puedo esperar a ver sus primeros pasos y oírle hablar. A que tenga más edad y esté lleno de dudas que me pregunte.
Me giro hacia Rina, que se ha incorporado un poco, y la veo borrosa. Es entonces cuando me doy cuenta de que se me habían llenado los ojos de lágrimas. Me vuelvo a reír, todavía asombrado, y me acerco a ella, que toma a nuestro hijo entre sus brazos y lo apoya en su pecho, dejando que escuche s
u corazón.
Me limpio un poco los ojos y me siento en una silla que hay al lado de la cama. Observo a mi pequeña familia sintiéndome el hombre más feliz sobre la faz de la tierra, sabiendo que no podría ser mejor de lo que es, que me esperan muchos años de felicidad a su lado.
- ¿No crees que es precioso? - me pregunta Rina, sin apartar los ojos de nuestro hijo.
- Desde luego - respondo, sonriendo - Y tiene tus ojos.
- Si no los ha abierto - me dice ella, sonriéndome.
- Pero son rasgados - contesto, sonriendo más - Va a ser tan guapo como su madre.
- No te quites méritos... - dice ella, y se ríe suavemente.
Acerco mi mano a la mano a la de mi hijo, fascinándome por la diferencia de tamaño entre ambas, y sabiendo que algún día crecerá y será todo un hombre, todo un adulto como yo lo soy ahora.
Entonces su mano atrapa uno de mis dedos. Frunce el ceño, como si estuviera de pronto enfadado, como si me estuviera diciendo que parara de tocarle la mano, que menudo pesado soy. Me río nuevamente y él abre los ojos.
Son grises, como los míos.

Blasphemy: 
Sonrío mientras termino de mirar la pantalla de Moisés. Si fuera de otra manera, ahora mismo estaría llorando, pero el mundo me ha hecho muy fuerte. No puedo hacer más que alegrarme por él, al igual que me alegro por Héctor y Rut, porque les va muy bien juntos; y me alegra ver el cambio que ha tenido Carla.
Me levanto de la silla. Se termina mi turno. Hora de volver a casa.
Ellos están bien. Y yo también.

8 comentarios:

  1. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
    AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
    AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
    MISORA
    ESCRIBISTE SOBRE ELLOS MISORA
    MISOOOOORAAAAAAA

    MUERO MISORA
    ES TAN ÉPICO MISOOOOOOORAAAA

    LLORO MISORAAAAAA

    CARLAAAAAA

    WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRR


    Y EL PLUNGEEEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR

    Y AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH UN MINI MOSES AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH POR DIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

    BLASPHEMMMMMMYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY

    *LLORA COMO FANGIRL CONMOVIDA* Okay, okay. DÉJAME CALMARME.

    DÉJAME.

    CALMARME.

    (O al menos que lo intente)

    ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH NO ME PASA NO ME PASA MÁS SSEP MÁAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSS CÓMO LOS EXTRAÑÉE AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH ES TAN PERFECTO AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH Y MOSES Y BLASPHEMY CUIDA SOBRE ELLOS LIKEAGUARDIANANGEL Y WAR LA BUSCÓ Y EL PLUNGER EL PLUNGER EL PLUUUUUUUUUUUUUUUNGGEEEEEEEEEEERRRR

    AHHHHHAHAHAHAHAAAAAAAAAAAAAA ESTOY TAN CONMOVIDA

    Y TAN ALEGRE

    Y TAN FANGIRL

    CASI QUE LLOROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ES TAN PERFECTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ♥♥♥♥
    -Pao
    PD: ¡¿Habrá un mini Plunger?! ¡¿HABRÁ UN MINI PLUNGER?! *O*

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    1. Puedo PALPAR la emoción en este comentario. PUEDO PALPARLA. OLERLA. CASI PUEDO ESCUCHARLA xDDDD
      En fin, YA VES. Un poquito más de SSEP para tu cuerpo, aunque me temo que ya no escribiré más del tema, más que nada porque hasta aquí ha llegado mi mente y hasta aquí creo que debo alargar la historia, en caso de alargarla. Esto es un "extra".
      Pues me alegra muchísimo que te haya gustado, al igual que también me alegra tu comentario y que hayas leído, y te lo agradezco ^^
      En fin, qué bonito todo :'D xD
      Un abrazo mmuuuuuy fuerte, Pao ^^

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  2. Creo que voy a morir de amor.
    Blasphemy. Mi Blasphemy. Se ha hecho programadora de El Juego, ¿verdad? Ay, que me da un chunguele.
    Bueno, cuando tenga algo más de tiempo te comento detenidamente, que mañana tengo examen y no me sé nah de nah xDD
    Besuelooos :3

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    1. No mueras, mujer D: Tienes mucha vida que vivir y mucho que escribir xD
      Bueno, programadora no, pero vamos, parecido xD Es de estas gentes que cuidan a los conectados, a los que están en coma, y miran hacia sus pantallas y tal, para ver si hacen algo importante con sus vidas.
      Respecto al examen, espero que te saliera bien xD
      ¡Un besote, Carla! Y muchas gracias por leer y comentar ^^

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  3. Estoy a punto de llorar, en serio.
    Mis personajitos queridos!!! Los había echado mucho de menos!

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    1. No llores, no llores D: O llora, haz lo que quieras, estás en tu derecho xD
      Me alegro de que te haya gustado su breve vuelta ^^ Además entiendo que si los echaste de menos es porque te gustaron como personajes y eso para mí es un gran halago.
      En fin, muchísimas gracias por haberlo leído y comentado :D
      ¡Un abrazo de oso!

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  4. buaahh como echaba de menos a estos chicoss!!muchas gracias por subir algo sobre su vida! es genial!! sigue así!:)

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    1. Muchas de nadas, ya ves tú. Gracias a ti por leer y comentar lo que escribo, de verdad.
      Y bueno, espero que ahora los eches un poco menos... de menos xD
      Y me alegro de que te gustara ^^
      ¡Un abrazo!

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