14 feb 2014

[Intoxicados 7] - Amistad

Kiyoshi me saca de mi concentración en los apuntes dando apenas unos suaves golpes con la yema de los dedos en la superficie de mi pupitre. Alzo la vista para verle pasar a las filas de más atrás, saludándome animadamente con la mano. Respondo más suavemente y vuelvo a concentrarme. Los exámenes comienzan la semana que viene, el jueves, y continúan hasta el viernes de la siguiente. Estudio antes de que empiecen las clases y en los descansos porque entre semana, entre los ensayos con el Club de Cine, el instituto y el trabajo; apenas tengo tiempo para estudiar.
Así que vuelvo a sumergirme en los apuntes de Inglés, susurrando las palabras de manera apenas audible para mejorar mi pronunciación.
La verdad es que hace tres años no era para nada estudiosa. Tenía algunos problemas con mi padre por eso, pero era lo único. Digamos que me estudiaba los exámenes el día antes, si eso. Normalmente, un par de horas antes de dormir. Por supuesto, solía suspender, y si no, sacaba apenas suficientes. Lo normal si haces eso y no eres un cerebrito. Pero no me importaba porque tenía diecisiete años y otras prioridades. Ahora, a mis veinte, no me apetece para nada estar en un instituto, por lo que estudio más para poder pasar de curso este año sin problemas y comenzar de pleno con la vida adulta.
Recuerdo que cuando llegaban los exámenes finales, en los que me jugaba el aprobado o el suspenso en varias asignaturas, mi padre intentaba ayudarme a estudiar, pero se desesperaba al ver que yo me distraía con cualquier cosa. Incluso con nada. Simplemente desconectaba de la realidad.
Se levantaba y me decía: "Saya, así no vas a llegar a nada en la vida, ¿eh?", a lo que yo contestaba poniendo cara graciosa y encogiéndome de hombros. Él suspiraba y luego me miraba con una sonrisa melancólica, para tras un par de segundos, decirme: "No sé para qué me molesto. Si eres como yo: mal estudiante", y luego se reía, y yo con él, y volvía a sentarse a mi lado para intentar ayudarme.
Sonrío al acordarme, y luego me doy cuenta de que nuevamente he desconectado de la realidad. Alzo la cabeza y veo a mis compañeros de pie, saludando a la profesora que acaba de entrar, por lo que me levanto rápidamente antes de que se dé cuenta de que estoy sentada y saludo con el resto de la clase. 
***
Él me grita y yo interrumpo sus frases, como hemos practicado tantas veces. Aunque esta vez es distinta: estamos con público. Un público formado por los miembros del Club de Cine que van a grabar el corto, que observan con mirada crítica nuestra interpretación aquí en el área para intolerantes. Por supuesto, habíamos ensayado antes con ellos. Esta escena también, una única vez, y ni si quiera llegamos al momento del beso porque se me estaba haciendo tarde y tenía que ir a trabajar. 
Pero ahora no va a ser así. Ahora tendré un beso pasional delante de un grupo de unas ocho personas, lo cual me resulta un tanto incómodo. No me desconcentro, interpretando mi personaje, sin salir de él en ningún momento, pero al mismo tiempo sé que el momento se acerca.
Y entonces llega. Digo mi frase, Kiyoshi me agarra firmemente de los hombros, abro la boca como si fuera a decir algo y antes de que me dé cuenta le tengo besándome. Espero apenas un segundo en el que relajo mi cuerpo deliberadamente, y comienzo a responder a su beso, dejándome llevar, incluso. Siendo un poco yo. Al fin y al cabo, puedo disfrutar de esto, de tener a un chico besándome, con sus manos bajando a mi cintura; de notar el calor que su cuerpo emana, de poder hundir los dedos en su pelo.
Nos separamos apenas unos pocos segundos después, y continuamos con el guión. Me llevo la mano al codo izquierdo y lo agarro, adquiriendo una pose de nerviosismo. Digo mis frases y él dice las suyas, al tiempo que hacemos lo mejor que podemos las acciones del guión, hasta que termina la escena; momento en el que volvemos a ser nosotros.
Miro directamente a los miembros del club: la directora, sentada en una silla con las piernas cruzadas, tiene la mano en la barbilla como pensando; mientras el resto parecen aprobar la actuación.
- No ha estado nada mal - dice entonces la directora, y tanto los miembros de su club como Kiyoshi y yo no podemos evitar mostrar alivio.
Es una chica muy exigente.
- ¿Habéis estado ensayando por vuestra cuenta? - nos pregunta, y asentimos los dos - Pues ha sido buena idea. Seguid haciéndolo - nos felicita, y después añade - ¿También habéis ensayado la última escena?
- ¿Cuando vuelven a besarse, pero esta vez de manera cariñosa? - pregunto.
- Efectivamente - responde ella.
- Sí, hemos ensayado. El diálogo nos sale bien, el beso... - miro a Kiyoshi, que se encoge un poco de hombros - el beso no tanto - digo, concluyendo la frase.
- ¿Por? ¿Qué problema hay? - pregunta uno de los chicos, que creo que es el que escribió el guión.
- Nos queda un beso carente de cualquier tipo de sentimiento - responde mi compañero de reparto.
- Pero si éste ha sido... - dice el chico, y mira hacia abajo con las cejas alzadas buscando la palabra correcta - ha sido espectacular. 
- Y tuvimos que practicar para que fuera así - comenta Kiyoshi, en un tono de voz que me hace mirarle. 
Le encuentro con una media sonrisa satisfecha en el rostro, como acordándose del momento, y le doy un golpe con el codo. Me mira, borrando su sonrisa, y yo abro los ojos, señalando con una mirada a la gente del club.
Les miro, y les encuentro observándonos con cara de sorpresa. La directora toma aire y dice:
- No sé, ni quiero saber, qué hicisteis para que os quedara tan bien. Si queréis volver a hacerlo para solucionar el problema con el beso de la última escena, no tengo problema.  De hecho, no tengo problema si queréis volver a hacerlo por lo que sea. Es vuestra vida - nos dice. 
- No hicimos nada... - empieza a decir Kiyoshi, dándose cuenta de lo que su gesto ha supuesto, pero la directora levanta la mano, enmudeciéndole.
- He dicho que no lo quiero saber - dice, y baja la mano - ¿Os parece bien si grabamos esta escena hoy mismo?
Miro a mi compañero y, tras un entendimiento con apenas gestos, le digo que no hay problema alguno; por lo que colocan una serie de cámaras y focos, y luego comenzamos a grabar.
***
- ¿Pero cómo se te ocurre decir eso? - le digo a Kiyoshi, riéndome mientras caminamos a la salida del instituto, y él simplemente se encoge exageradamente de hombros - Se deben haber pensado que... - digo, y niego con la cabeza.
Sigo caminando pero siento que él ha dejado de ir a mi lado. Me giro y le veo con el peso apoyado en una sola pierna, con la cabeza un tanto ladeada, y con los brazos cruzados. Le falta un símbolo de interrogación gigante encima de la cabeza. 
Me acerco a él y le oigo decir a través de la máscara:
- Se deben haber pensado que...
Le doy un golpe cariñoso en el hombro y digo:
- Ya lo sabes.
- Dilo - me dice.
- ¿Por qué? Si ya lo sabes - contesto, cruzándome yo también de brazos.
- ¿Por qué no? - me pregunta, retóricamente, y no tengo respuesta para eso, así que tomo aire y, acercando un poco mi rostro a su máscara, digo:
- Se deben haber pensado que tuvimos sexo.
- ¡Y lo que habría dado por ello! - exclama, levantando un brazo, y le doy un golpe con la cadera, para luego alejarme corriendo.
Él me sigue, riéndose. Puedo oírle. Yo me río también.
Me alegro muchísimo de que mi compañera de club me pidiera que aceptara su papel en el guión, porque por fin he hecho migas con alguien en el instituto tras casi dos meses de solo tener... compañeros. Ahora tengo un amigo, y me lo paso rematadamente bien con él. Me gusta que diga lo que piensa según se le ocurre porque me río muchísimo, y necesito reírme. He pasado una temporada muy mala. Una dosis de humor diaria es lo que necesito para tener más energía, para ir superando lo ocurrido.
Kiyoshi saca eso de mí, y también me libera. Su falta de tabúes hace que yo relaje mis límites sociales, los temas de los que creo que debo hablar y los que no. Con él, en su casa, puedo hacerme una bola en el suelo apretándome la tripa porque me duelen los ovarios cuando tengo la regla, y sé que lo que hará será acercarse a mí para darme unas palmaditas en el hombro a modo de ánimo, y que yo le miraré como si me molestara y él fuera imbécil
y estuviera metiendo la pata; y luego sé que nos reiremos porque en realidad es todo fingido.
Es mi amigo, y me encanta pasar tiempo con él. Y creo que él también disfruta pasando su tiempo conmigo.
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Bueno, bueno, bueeeeeeeeeeeeeeno...
No sé qué deciros xD
Bueno, como veréis, he hecho un dibujo de ellos dándose el lote :'D Me costó un poco hacerlo, más de lo normal, quiero decir. O me salían con una cabeza gigante, o no estaba bien la perspectiva, o eran deformes... ¡y la mano de Kiyoshi, santo cielo, ¿por qué las manos son tan jodidas de dibujar? xD Es que me cago en la leche. Pero bueno, espero que os haya gustado.
También espero que os haya gustado el capítulo :3 
Os adelanto que en el siguiente habrá un diálogo gracioso del que me siento levemente orgullosa, ya lo veréis xD
Y bueno, poquilla cosa más, ¿no? Vamos, creo que sí.
Ah, esta es la entrada 95 publicada... es decir, quedan CINCO para llegar a la entrada 100. Había pensando en hacer algo especial, pero no se me ocurre qué u_u Si tenéis vosotros alguna idea, decídmela, que a mí no se me ocurre nada.
En fin, gracias a Pao D'Cid y Cgm por haber comentado la anterior entrada ^^ ¡Sois geniales! ¡Y estupendas! ¡Y se os quiere! :'DDDD
Un abrazo muy fuerte para todos ^^

4 comentarios:

  1. ASHKASDHAAFJF SON TAN LINDOSSSSSSSSSSSSSSSSS Me sacan una sonrisa xD Lolazo ese del "Y tuvimos que practicar para lograrlo" xDDDDD Tienen una amistad épica.
    TE COMPRENDO. MUCHAS VECES HAGO QUE MIS DIBUJOS TENGAN LAS MANOS A LA ESPALDA SÓLO PARA EVITAR LA FRUSTRACIÓN .-.
    -Pao

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    1. La verdad es que sí. Estoy bastante satisfecha con cómo estoy plasmando su relación porque está quedando igual a lo que tengo en mente :)
      Y jopé, es que lo de las manos... Santo Cielo... es complicado, y eso que yo ya poco a poco consigo hacerlas cada vez mejor, pero anda que no cuesta...
      En fin, muchas gracias por leer y comentar, Pao ^^
      ¡Un abrazote!

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  2. Gracioso??? Bien!!! No sera eso de los exámenes y los zombies no???
    Para celebrar las 100 entradas... Nos compras un pastel de chocolate??? Porfiiii?!?!?!

    C
    G
    M

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    1. Me temo que lo de los exámenes y los zombies no aparecerá, porque lo utilicé como una conversación de ellos para usarla de breve prólogo que resumiera un poco el "espíritu" de la historia xD
      Y bueno, lo de las 100 entradas, ya lo has visto, porque a las alturas que te respondo... xD
      En fin, muchísimas gracias por comentar y leer, estupenda.
      ¡Un besote!

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