4 mar 2014

[Intoxicados 12] - Olvido

La chica me besa al tiempo que me lleva consigo porque me tiene agarrado de la camiseta, mientras caminamos hacia no sé exactamente donde. Me voy obligado a abrir los ojos mientras respondo a su beso para no tropezar con nada ni con nadie.
Acabamos irrumpiendo en el baño de mujeres, donde sorprendentemente no hay nadie, y luego entramos en uno de los cubículos con retrete. Ella deja de besarme y miro cómo su pelo liso, teñid
o de rosa, recogido en una alta coleta; se mueve mientras cierra con pestillo. 
Se gira hacia mí y me lanza una mirada que recorre todo mi cuerpo mientras se quita la chaqueta que llevaba, mostrando una camiseta de tirantes muy escotada, lo que hace que mi mirada se dirija automáticamente a esa zona. 
Para cuando levanto la vista, tengo a la chica a punto de besarme de nuevo. Oigo la alta música, siento su cuerpo, sus labios, el sabor del alcohol en su propia boca, y estoy embriagado por el par de cócteles que me he tomado.
Agarro la tapa del váter y la bajo, para poder sentarme, acabando con ella sobre mí, a horcajadas, moviendo su cadera y frotándose contra mí al tiempo que no para de besarme. Se separa un segundo de mis labios y me lanzo, totalmente perdido, de nuevo. Necesito que me bese. Necesito tenerla entre mis brazos. Necesito llegar a más.
Me agarra la mano izquierda y la sube hasta uno de sus pechos, aplastándola contra él, encendiéndome más de lo que estoy. No puedo pensar con claridad. Lo único que quiero es acostarme con ella, aunque sea aquí en el baño de una discoteca.
Pero entonces por mi mente se cruza la imagen de Saya, y eso hace que abra los ojos y aparte a la chica, con cuidado. Bajo la mano, dejando de tocarla, y ella vuelve a agarrarla para que siga haciéndolo.
- No - le digo, haciendo fuerza.
- ¿Qué? ¿Por qué? - me pregunta ella, contrariada.
- No puedo hacer esto - le respondo, e intento moverme para salir del baño.
- Claro que puedes. Estás más que preparado - dice, y acaricia mi entrepierna por encima del pantalón. 
- No quiero - respondo, apartando su mano bruscamente.
- Tu cuerpo me dice lo contrario, guapo - insiste.
- He dicho que no - digo, en un tono que roza la ira, lo que hace que ella suspire y se levante.
Me levanto yo también, abro el pestillo y salgo, dejándola a ella dentro, poniéndose su chaqueta. Me miro un segundo en el espejo, y me importa un comino que ahora haya un par de chicas retocándose el maquillaje y colocándose el pelo, y que me miren raro. Tengo pintalabios en la boca y en el cuello. No es plan de ir así por la vida.
Me lo limpio con agua y salgo del baño después, dispuesto a volver a casa.
***
Me quito la máscara en cuanto llego, y subo al piso de arriba siendo lo más silencioso que puedo. Me acerco al cuarto de Saya y abro lentamente la puerta corredera. Ahí está, medio destapada por la manta, durmiendo con unos pantalones cortos y una camiseta, despatarrada en el futón, con la boca abierta e incluso babeando.
Me río un poco. Desde luego, no es lo que uno espera al ver a una chica dormir. Uno espera encontrarla tapada, de lado, en posición fetal, con cara de ángel recién descendido del cielo. Pero no, Saya no es así. Ella va a otro rollo.
Estoy cerrando la puerta cuando oigo que se mueve. Echo un vistazo y la veo sentada, con el pelo muy revuelto. Se limpia la baba, me señala y dice:
- Eres un pervertido.
- ¿Perdón? - le pregunto, frunciendo el ceño.
- ¿Qué leches haces mirándome mientras duermo, eh? - pregunta ella, poniendo los brazos en jarras - Eso es de pervertidos.
- No sé, perdona por querer saber si estabas bien - le respondo, irónico.
- Nada, nada - dice ella, negando con la cabeza - Eso se ve en un par de segundos, no en cinco minutos.
- ¿Cinco minutos? No llevo tanto tiempo mirándote - contesto.
- Eso es lo que tú te crees - dice, y vuelve a tumbarse - Ahora, déjame volver a dormir.
Suspiro y sonrío al tiempo que cierro la puerta. Voy caminando a mi cuarto, donde me quito la ropa, y decido que es una buena noche para dormir en mera ropa interior, por lo que en cuanto me desvisto me meto en el futón, y hasta mañana.
***
Llevo una hora, literalmente, despierto; y todavía no he salido del futón. Miro al techo como si tuviera las respuestas a las preguntas que me hago. Preguntas como por qué no me pude acostar con aquella chica tras acordarme de Saya, qué clase de relación tenemos, qué es lo que siento hacia ella...
Doy un par de vueltas sobreactuadas, llevándome las manos a la cabeza y haciendo un sonido agudo. Cuánta incomprensión. Cuánto lío sentimental.
Para cuando dejo de hacer el imbécil y me incorporo, me encuentro a Saya mirándome con cara socarrona, apoyada en el marco de la puerta con una bandeja entre las manos.
Nos quedamos mirándonos unos segundos hasta que le pregunto:
- ¿Quién es la pervertida ahora?
- Llevaré a lo sumo medio minuto mirándote, al contrario de otros que se tiran cinco... - dice, separándose del marco y entrando en mi cuarto.
- ¡No fueron cinco! - exclamo.
- Sí lo fueron - dice, dejando la bandeja en el suelo, al lado de mi futón, luego sentándose en éste.
- ¿Por qué me traes esto? - pregunto, mirando el contenido de la bandeja: tostadas con mermelada de melocotón y café.
- Porque son las doce de la mañana - dice, mientras yo me muevo y empiezo a comer con cuidado de no manchar nada - Vamos, que es tarde. Oye, Kiyoshi...
- ¡Hm! ¡Eftá muy rico! - la felicito mientras como - ¡Muchaf graciaf!
- Kiyoshi... eeeh... - dice ella, mirando a lo que parece ser mi espalda - ¿Estás desnudo?
- Eeeh... ¿nooo? - digo, y miro hacia abajo, levantando un poco la manta del futón con la mano libre - No, tengo ropa interior.
- Joder, qué alivio - dice ella, suspirando, mientras yo bajo la manta.
- ¿Qué pasa? ¿Te pone? - le pregunto, y luego subo y bajo las cejas exageradamente.
Ella rompe a reír y yo sonrío un poco mientras la miro. No lo sabe, seguro, pero está preciosa cuando se ríe. Bueno, ya no. Ahora ha entrado en una especie de ataque de risa y no está precisamente guapa. Pero igualmente, verla así de feliz me hace sentir bien.
Voy comiendo hasta que se le pasa
la risa, y entonces me pregunta:
- Oye, ¿intentas seducirme enseñándome tu torso o algo?
- ¿Por qué lo dices? - le pregunto yo.
- La primera vez que vine aquí me recibiste únicamente con una toalla enrollada en tu cintura, y ahora, estás aquí en calzoncillos - responde.
- Bueno, lo de la primera vez, me pillaste bañándome, y no parabas de apretar el timbre impacientemente - digo, justificándome - Y ahora, ¿qué esperabas? Estoy en mi cuarto. Da gracias a que anoche decidí quedarme con algo de ropa - le explico, y termino de comerme la segunda tostada.
- ¿Qué tal te fue, por cierto? - pregunta, acomodándose un poco más en mi futón.
- Bien - respondo, con sinceridad - Casi me acuesto con una chica.
- ¿Casi? - pregunta ella, ladeando la cabeza - ¿Y eso?
- Estaba liándome con ella cuando me acordé de ti, y no pude seguir - digo, desviando la mirada.
- No puedo ser tan fea -  contesta ella, de broma.
- No se trata de eso, yo... simplemente pensé que no era correcto - digo, y empiezo a jugar con los mechones de mi pelo.
- ¿Por qué? - pregunta Saya en tono esta vez serio.
- Porque... - comienzo a responder, y me doy un segundo para tragar saliva y reunir el valor suficiente como para decir - Porque es algo que debería hacer contigo, no con otras chicas. Igual que besarme con alguien. Debería ser contigo - alzo la mirada, encontrándome con sus ojos sorprendidos, y añado - Por tú me gus-
- No lo digas - dice ella, poniendo su mano sobre mi boca - No lo digas - repite, y frunzo el ceño - No hagas eso. No puedo gustarte. Ni tú puedes gustarme a mí. No podemos enamorarnos - dice, y aparta su mano de mí.
- ¿Por qué? - le pregunto desde mi confusión.
- Porque cualquier día de estos podríamos morir. Tú por el aire, yo por los zombies. O ambos por los zombies, por las hordas - responde, y su mirada se vuelve triste - No puedo... no puedo volver a perder a gente que quiero. Es más, siquiera sabes lo que he llegado a hacer.
- No me importa tu pasado, Saya. Eres una buena persona, eres...
- ¡No! - exclama, mirando al suelo - No lo soy. He hecho cosas que una buena persona no haría - entonces, alza la mirada y dice - No te gustaría si supieras lo que he hecho.
Se levanta, yéndose de mi cuarto, y cuando está a punto de salir, digo:
- Seguirás gustándome, aunque hayas dicho eso; y cuando me lo cuentes, puede que me gustes aún más.
Ella suspira, se gira un poco hacia mí y, esbozando una sonrisa amarga, dice:
- Sigue acostándote con chicas y olvídate de mí.
................................................................................................................................................................
Bueno, bueno... ¡QUÉ TENSIÓN! xD
Vamos a ver, es que no iba a ir todo bien todo el tiempo... a veces las cosas se complican un poco. Es lo que tiene la vida y tal. C'est la vie, como dirían los franceses.
Pero bueno, al menos ya sabemos lo que siente Kiyoshi realmente hacia Saya :D Algo es algo.
Por otra parte, supongo que os alegrará saber que estoy saliendo de un atasco de meses que tengo con Arboribus. Para mí es todo un avance, porque de verdad he estado atascadísima, y creo que por fin voy a ser capaz de seguir adelante. No os preocupéis, con Sangre Sobre el Pan me pasó lo mismo en su momento, salí del atasco y ya veis qué bien quedó y todo.
Y bueno, también tengo otra historia en mente... bueno, dos historias... una movida. Creo que el curso de escritura al que estoy yendo me está permitiendo mejorar a un ritmo más rápido y me está dando bastantes ideas.
Y bueno, no sé qué más contaros. Poca cosa. Si es que mi vida tampoco es tan interesante xD Y tampoco tengo mucho que comentar sobre el capítulo :/
Pero bueno, muchas gracias a todos por leer, y también gracias a Cgm, Dolores Enima Neag y Pao Del Cid por comentar ^^ Sois las tres geniales y os aprecio un montón :) 
¡Un abrazo muuuuy fuerte! Y nos leemos el viernes con más Intoxicados, que por cierto, será un capítulo un poco duro para Saya. Preparad vuestros corazones xD

2 comentarios:

  1. SANTA
    PAPA
    FRITA.
    O-
    M
    GGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG
    ¡¡¡MISORA!!! ¡ME MATAS MISORA! ¡SANTA PAPA FRITA MISORA! ¡NOOO ROMPAS MÁS, MI POBRE CORAZÓN! (? DDDDDDDDDDDDD: ES QUE AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH PRIMERO ÉL IGNORA A LA DEL PELO ROSA POR SAYA Y LA ADORABLE ESCENA DE ELLA VA A OTRO ROLLO Y LUEGO KIYOSHI RE MONO CONFESÁNDOSE A SAYA Y ELLA... Y ELLA... NO PUEDO DECIRLO, SNIF, SNIF... ELLA ¡LO RECHAZA! ¡ES LA PRIMERA HISTORIA QUE LEO EN LA QUE ELLA LO RECHAZA A ÉL! ¡Y MATAAAAAAAAAAAA! DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD: T-T Es que vamos, el Kiyoshi es tan ahkadhajhasldjsadklsajakldsjdaskldj que ERROR 404 CORDURA NOT FOUND Y AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
    ¿TE HE DICHO QUE SAYA ES ÉPICA? AMO A SAYA *W*
    Y YAAAAAAAAAAAAY SALISTE DEL ATASCO DE ARBORIBUUUUSSSSSS
    Con lo último, WAIT, WHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAT??????
    O_O
    MISORA.
    O_O
    MI-SO-RA.
    ¡¿QUÉ LECHES LE PASARÁ A SAYA MISORA?! ¡¿QUÉEEEEEEEEEEE?! DDDDDDDDDD:
    -Pao

    ResponderEliminar
  2. si te da ideas, entonces viva el curso de escritura!!!
    -Dos historias a babor, capitán
    -Enemigas?
    -No, son de Misora.
    -No abráis fuego!!!

    (Ahora es cuando dices que una historia es de puratas y yo me quedo... ups! ... Hay una de piratas??? porfiii)

    Ay, que dramón, pobre Kyoshi (y Saya también eh) le contara Saya su historia???
    Me encanta lo de que Saya va a su rollo, lo del ataque de risa que la hace no estar precisamente guapa y lo del pintalabios

    C
    G
    M

    ResponderEliminar

¡Eh! ¡Ten cuidado conmigo! ¡Tengo una pierna! ¡Y puedo atacarte con ella en caso de no ser respetuoso en tu comentario! Así que vete con ojo...