8 oct 2013

Artefactos - Para la pasión

[ADVERTENCIA: esta entrada tiene contenido erótico. Si eres sensible a ese tipo de cosas, no lo leas. Si estás leyendo Artefactos y eres sensible, lee los últimos párrafos, justo después de los tres asteriscos en el centro.
No seas masoquista. O sí. A tu bola.]
................................................................................................................................................................
Pierdo las manos por debajo de su camiseta mientras me muerde el cuello. Notar la musculatura de su espalda, lo tibio y suave de su piel, y sus dientes hundiéndose en la mía me enciende más de lo que estaba y acabo por agarrar su camiseta y levantarla. Se aleja de mí y termino de quitársela, descubriendo su torso musculado, atractivo. El cuerpo de un soldado.
Me muerdo el labio inferior y le miro a los ojos, notando que los suyos atraviesan mi ropa de pijama, apenas un camisón. Muevo un poco el hombro provocando que uno de los tirantes se deslice por él, y entonces vuelve a recostarse sobre mí, ésta vez atreviéndose a acariciar mi muslo mientras lo hace hasta llegar a la unión de mis piernas, dónde la posa.
Me mira con atención mientras empieza a presionarla, a mover su mano de manera lenta y circular, estimulándome levemente. Los suspiros empiezan a escaparse por mis labios sin que pueda evitarlo, más aún cuando pasa a tocarme por debajo de la ropa interior.
Mi deseo de unirme a él aumenta por segundos, y debe saberlo porque desliza sus dedos lentamente a mi interior. Soy incapaz de contener más mi voz en mi garganta, y mientras él me toca suavemente en el lugar donde más placer recibo, los gemidos bajos comienzan a invadir mi boca.
Le miro cuando noto que se aleja de mí. Se coloca de rodillas entre mis piernas y con la izquierda me quita lo que cubría mi intimidad. Así empieza a mover los dedos cada vez más deprisa, provocando que el placer aumente a cada segundo. Aprieto los párpados y me doy a todo esto, a la lujuria. Me dejo llevar, liberándome de timidez y nervios. Disfruto al máximo, notando cómo los músculos de mis piernas se tensan, hasta que Ludwig para de golpe.
Le miro, extrañada. No quería que parara, y tampoco lo esperaba, pero cuando veo lo que va a hacer no puedo evitar sonreír de medio lado. Saca sus dedos lentamente y se echa para atrás, dejando su rostro a escasos milímetros de mi sexo.
La humedad de su lengua recorriéndolo me provoca un placentero escalofrío que pone en guardia mi piel, erizándola, haciendo que sienta aún más cada caricia. El placer del escalofrío se convierte en apenas una mota de polvo según van pasando los minutos. Al comienzo, la suavidad y lentitud provoca sensaciones agradables en mí, haciendo que mis gemidos vuelvan a ser suspiros, y esto vuelve a invertirse según intensifica más la presión y la velocidad de los movimientos de su lengua, concentrándolos en un lugar concreto.
Nuevamente mis músculos se tensan, y el placer empieza a acumularse en mi vientre, aumentando a cada instante. Cada roce, cada leve presión, provoca tal descarga que incluso sufro algunos pequeños espasmos en las rodillas y la cadera; hasta que a mi cuerpo le resulta imposible soportar más placer y lo libera, provocando una caliente ola que empieza en mi vientre y termina por inundar mi cuerpo entero.
Para cuando termina, Ludwig ya está volviendo a la carga, pero me alejo de él. Me quito el camisón, desnudándome completamente, y puedo ver en sus ojos una lasciva mirada.
Él se termina de desvestir también, y antes de que me dé tiempo a contemplar bien su desnudez, ya le tengo acomodándose entre mis piernas, lentamente, con suavidad para no hacerme daño.
Llevaba tiempo sin hacer esto y lo noto ahora. Estoy más estrecha que la última vez y por eso, incluso, siento una leve molestia cuando termina de unirse a mí.
Le miro, encontrando en sus ojos una silenciosa pregunta, y con un leve asentimiento le indico que continúe. Empieza, de nuevo, con suavidad, dejando que mi cuerpo se acostumbre, y luego va intensificándose, haciendo que nuevamente no pueda controlar mi voz y que el placer vuelva a llenarme.
Atrapo su cadera con mis piernas, empujándole hacia dentro con los talones, provocando una penetración más profunda que consigue que me estremezca.
Le oigo gemir a él también a mi lado, y eso mantiene mi excitación. Nuestras voces se unen en el aire, inundando la habitación, y después son nuestras bocas las que se unen. Taponamos nuestras expresiones con los labios del otro, y nos besamos hasta que él necesita más que la nariz para poder respirar bien.
Cuando noto que se cansa, que su piel comienza a estar cada vez más empapada por el sudor, hago que salga de mí y le indico que se tumbe. Me siento después sobre él, viendo su rostro enrojecido por el esfuerzo, la humedad en su frente, la boca entreabierta.
Me echo hacia atrás, apoyando las manos en sus rodillas, y comienzo a mover mi cadera. El placer que esto provoca es tan intenso que apenas tardo unos segundos en volver a alcanzar el clímax. Paro, sintiendo cómo cada pequeña contracción en mi interior es una enorme descarga de placer, hasta que todo pasa.
Me doy un par de segundos para respirar y luego sigo, esta vez inclinándome sobre él, moviéndome arriba y abajo. Vuelvo a oírle a mi lado y acelero más. Quiero darle, y darme, más. Quiero que gima más alto, que no pueda contenerse.
De pronto agarra mi cadera, haciendo que pare, y me separa un poco de él. Noto que flexiona sus rodillas a mi espalda, y entonces empieza a moverse rápidamente. Me agarro a él, sintiendo que de un momento a otro volveré a estallar de placer, hundiendo mis dedos en su pelo y sintiendo su corazón palpitar.
Pero en ansiado orgasmo no llega antes de que él tenga que parar por cansancio, aunque estoy dispuesta a tenerlo, por lo que vuelvo a quedarme sentada sobre él y a mover la cadera.
Él lleva las manos a mis pechos y los toca, haciéndome sentir aún mejor, aún más placer. Ahora sí, el clímax llega una vez más.
Miro a Ludwig, que me observa con fascinación casi científica. Parece maravillado ante lo que ve, como si quisiera grabar cada instante en su memoria y no olvidarlo jamás.
Cuando termino de estremecerme, noto sus manos acariciar mi cuerpo, mi espalda, hasta acabar posadas de nuevo en mis caderas.
- Ardes - me susurra, y el sonido de su voz, de pronto tan sensual, enciende una hoguera dentro de mí.
***
Estuvimos haciéndolo durante casi una hora. Nos dimos completamente a la lujuria hasta que él no aguantó más y tuvo su clímax, dentro. Estaría más que asustada si hubiera sido un chico de mi especie, pero sé que al ser humano no hay ningún tipo de riesgo. Los humanos y los güns, a pesar de ser tan similares y tener incluso unos órganos sexuales casi idénticos, no podemos reproducirnos. Sería como si un perro y un gato lo intentaran. No podrían.
Como mucho hay riesgo de que me contagie alguna enfermedad, pero teniendo en cuenta que pasamos exhaustivos exámenes médicos cada cierto tiempo, y que a todo al que descubren alguna clase de enfermedad importante le quitan como aprendiz de soldado, pues tampoco me asusta.
Ahora mismo estoy a su lado, desnuda bajo las sábanas, como él. Tengo agarrada su mano izquierda.
Ha sido un buen rato, la verdad. Empezaba a echar de menos esa clase de contacto, tan físico e íntimo, con alguien. Aquí es todo demasiado frío, demasiado distante. Y estaba ya cansada de tanta rigidez.
Aunque también ha sido un poco extraño. Sentirme tan atraída por alguien que no es de mi especie sigue siendo raro, que no termino de comprender.
- Es la primera vez que lo hago con un güns - dice, de pronto.
Le miro. Está mirando al techo, perdido en sus pensamientos.
- También es la primera vez que lo hago con un humano - respondo.
Gira la cabeza hacia mí y, frunciendo el ceño, pregunta:
- ¿Volveremos a hacerlo?
- No lo sé - respondo.
- A mí me ha gustado - comenta, y sus mejillas se encienden.
- A mí también - contesto, sintiéndome también un poco tímida.
Me acaricia el brazo por debajo de las sábanas y yo me acerco a él. Nos besamos cariñosamente, con lentitud.
- Me gustas, Yleendra - me susurra, de pronto, en medio de nuestros besos - Me gustas mucho.
Mi corazón se acelera, y estoy a punto de responderle cuando la puerta del cuarto se abre.
................................................................................................................................................................
Bueno.
BUENO.
Siempre que publico algo erótico temo los comentarios... más que nada porque tampoco tengo mucha idea de qué edad tenéis, y tampoco si sois sensibles a esto o no, o si sois tan pervert- abiertos de mente para estas cosas como yo, por decirlo de alguna manera xD
En fin. Lo importante es el final. Por mucho que me guste a mí escribir esto porque es harto complicado, las partes eróticas son en su mayoría de rellenaco puro y duro. 
PERO EL FINAL ES LO IMPORTANTE.
Que les han pillao, LES HAN PILLAO xD
Así que ellos ahora mismo están así en sus mentes:
Dicho todo esto, gracias a Cgm y Pao D'Cid por comentar :DDD Sois geniales, chicas.
También gracias a los que leéis pero no comentarais, que sé que estáis ahi. Aunque si lo hicierais sería mejor. Quiero decir, molaría y tal. Así interactuamos y me entero de lo que pensáis. 
Pero que vamos, yo no digo nah xD
En fin... me voy que mañana madrugo, como ayer y pasadomañana.
Bieeeen...
Muchas gracias a todos ^^
¡Beeeesotes!

6 comentarios:

  1. Madre mía, madre mía, madre mía.
    Aquí van a rodar cabezas!!! Y como sea la tipa esa que venía a disculparse aún más.
    Caray, no te has cortado con los detalles, eh! Es broma está muy bien

    C
    G
    M

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, es queee... estaba inspirada xD No podía dejar pasar la oportunidad xD Siento de todos modos si ha sido demasiado subido de tono u_u Me moderaré más si me lo pedís xD YO ME ADAPTO xD
      Y bueno... creo que en el próximo capítulo voy a hacer que os liéis un poco ;) Nada fuera de lo común ni horrible, pero... en fin, ya lo leeréis xD
      ¡Un besote, Cgm! ^^
      Y muchísimas gracias por leer y comentar :3

      Eliminar
  2. *FeelLikeAMasoquista* ¡MADRE MÍA! ¡LOS PILLARON! :OOOOOOOOOOOOOOOO ¿Hueles eso? *cara de sospecha* Es el aroma del DRAMA INMINENTE *O*
    LOOOOL, esto está más explícito que con Plague y Hunger... pero igual lo he leído xD Iré a Masoquistas Anónimos uno de estos días...
    -Pao

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uuuuuuh... ya verás lo que pasa en el siguiente... voy a confundir un poco vuestras mentes lectoras, ¡mwahhahahaha! PEro lo solucionaré, siempre lo soluciono. No me gustan los cabos sueltos ù___ú
      Respecto a lo explícito... sí, es más explícito. Pero fíjate, aunque me gustó escribir los dos, me gusta mucho más el de Hunger y Plague. Tiene algo... especial. Llámame loca xD
      En fin, Pao, as always, muchas gracias por comentar y leer ^^
      ¡Un besazo!

      Eliminar
  3. No sé como llegue aqui, , ay leeré todo lo qe has publicado abajo jajaja ! -no es que sea pervertida- me parecio muy interesante :) :P saludos desde Chile (:

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te gustara ^^ Y aunque fueras una pervertida, no pasaría nada xD Todos lo somos un poco, aunque haya gente que diga que no. Es algo normal en el ser humano xD
      Espero que comentes más :D
      ¡Un abrazo! Y muchas gracias por leer y comentar :3

      Eliminar

¡Eh! ¡Ten cuidado conmigo! ¡Tengo una pierna! ¡Y puedo atacarte con ella en caso de no ser respetuoso en tu comentario! Así que vete con ojo...