30 mar 2014

[Intoxicados 19] - Par

Bebemos tranquilamente en un karaoke para intolerantes que hemos encontrado. Saya se negaba a volver a la discoteca, aunque sí que le apetecía salir por la noche a pasar un buen rato, y hemos terminado por encontrar este sitio. Hay buen ambiente: música más que conocida sonando de fondo, gente que ríe en sus mesas, una pequeña zona libre donde bailan unas cuantas chicas y un par de chicos... y por supuesto, la zona con karaoke, apenas una pequeña tarima con dos micrófonos y una pantalla por la que pasan las letras.
Saya y yo, por nuestras consumiciones, tenemos varias fichas para escribir las canciones que queremos cantar. Es pronto y no hay muchas peticiones, por lo que las hemos rellenado rápido al tiempo que mirábamos la lista. Saya ha escrito únicamente una, y yo otra. Hemos dejado un par de fichas para más tarde.
Las llevo a la barra y cuando me giro, veo a un tipo que se ha acercado a Saya y se ha sentado a su lado. Ella se aparta un poco de él, aunque conserva un gesto agradable en el rostro. Él, sin embargo, la mira como un león acechando a un antílope. Recorre su cuerpo con los ojos descaradamente, sin preocuparle que ella pueda sentirse incómoda. Incluso centra su mirada en el leve escote de su camiseta de tirantes mientras le habla.
Frunzo el ceño. No me molesta el hecho de que coquetee con ella, incluso me parece normal, es una chica guapa y que de pronto está sola. Me molesta que lo haga así, que busque únicamente su cuerpo sin preocuparse de si ella estará cómoda.
Me acerco, dispuesto a alejar a ese capullo, cuando veo que Saya esboza una sonrisa que jamás había visto en su rostro. Parece una chica borracha que va a acostarse con cualquiera. Me quedo quieto, confundido, más aún al ver cómo se acerca a él ladeando la cabeza, y él a ella, y cómo baja una mano a lo que intuyo es su entrepierna.
Está a punto de besarle cuando el tío pega un chillido y se levanta.
- ¡Joder, estás loca! - le grita.
- Vete buscar a otra lerda que aguante tus babas encima de sus tetas - le suelta ella.
- Que te follen - dice, y entonces Saya se ríe irónicamente, me señala con un gesto de cabeza y responde:
- Sí, lo hará él, y seguro que el triple de bien que tú.
El tío me mira con gesto de cabreo, y yo le saludo con la mano haciéndome el inocente, esbozando una sonrisa encantadora. 
- Buah, una tía como tú tampoco es que merezca un cuerpo mejor que el de ese - dice el tío mientras yo me acerco.
- Puede que tú estés más cachas, pero a él le mid- le tapo la boca a Saya, la miro con indignación fingida y digo:
- Cariño, tampoco hace falta hundir su hombría.
Unas chicas que estaban mirando atentamente la escena se ríen y el tipo se va indignado, caminando un poco raro. Me siento al lado de Saya, que esboza en sus labios una incontenible sonrisa de victoria, y le pregunto:
- ¿Se puede saber qué le has hecho?
- Ehm... le di un puñetazo suave en... ya sabes dónde - me responde, y luego se ríe.
- Malvada - digo, insultándola de broma, y ella se gira hacia mí y me da un repentino beso en los labios.
- ¿De verdad crees que lo soy? - me pregunta retóricamente, para después levantarse - Es mi turno de cantar.
Le da un trago a su bebida y camina con paso decidido a la tarima, a la cual sube, para después tomar el micrófono. Pasan un par de segundos, seguidos por dos golpes a platillos de batería, hasta que una guitarra comienza a sonar.
Y luego ella canta con seguridad, siquiera mirando la pantalla. Una canción en nuestro idioma. Sonrío al ver que por fin pronuncia algo adecuadamente al cantar, pero mi sonrisa se borra al ver lo que expresa cuando canta, y puedo ver que deja atrás la vergüenza para poner en cada sílaba cada uno de sus sentimientos, incluso lo que parecen ser sus recuerdos, lo que ha sentido y lo que quiere llegar a sentir.
No puedo evitar sentirme aludido con todo lo que dice. Creo que canta para mí, y se confirma más en los momentos en los que se decide a mirarme, a dedicarme cortas miradas para después volver a mirar al frente.
La gente que está atenta a su pequeño concierto se anima a dar unas pocas palmas, y algunos que incluso saben la canción cantan con ella en el estribillo. Hasta que llega un momento en el que el acompañamiento de instrumentos cambia, acallándose para dejar paso a que la voz deslumbre, y toda esa parte, cuatro frases, las dice sin dejar de mirarme.
Y cuando termina de cantar, mientras las últimas notas de la guitarra resuenan por el local, justo después de dedicarle una sonrisa al pequeño público, me mira a mí y me sonríe de otra manera. Me sonríe dulcemente y luego me guiña un ojo, para bajarse de la tarima, venir a la mesa, y decirme que es mi turno.
- Deberías haberme dicho que me la ibas a dedicar - digo mientras me levanto, sintiendo mis mejillas arder, aunque no sé si es porque me toca cantar o por lo que ha hecho ella.
- ¿Yo? ¿Dedicarte esa canción? Qué va - dice irónicamente.
- Ahora voy a quedar como un completo imbécil por la canción que he elegido - digo, alejándome.
- Y yo me lo pasaré genial viéndote desde aquí.
- Un "where is my mind" para la señorita - digo, haciéndole una pequeña reverencia.
***
Me ha costado, pero he conseguido que Saya salga a bailar. No lo hace mal del todo. Bueno, lo hace como todo el mundo, en realidad. Sin destacar y haciendo leves movimientos para no molestar a quien tiene alrededor. Pero las tornas han cambiado. De pronto, a alguien le ha dado por cantar una lenta. 
Me ha mirado, preguntándome qué hacer con sus ojos, y yo me he encogido de hombros. Ella se ha acercado a mí, ha pasado los brazos por encima de mis hombros, apoyándolos; y yo la he tomado de la cintura. La manera más normal y simple de bailar una lenta.
- ¿Vas a besarme? - me pregunta de pronto.
- Bueno, si me dejas - contesto, esbozando una media sonrisa.
- Es lo suyo... canción lenta, bailoteo tontorrón, la chica que te gusta... todo desemboca en beso.
- Pero no estamos en una comedia escolar estadounidense.
- Estamos en el post-apocalipsis, que es aún mejor - dice ella irónicamente, para luego reírse y agachar un poco la cabeza.
- Saya, deja de ser tan guapa - le digo, sin contenerme, y ella me dedica una mirada interrogante - Bueno, no dejes de serlo. Pero deja de serlo. En serio, me dejas... 
- Te dejo K.O. a cada pestañeo - dice ella, con sorna, y luego añade seriamente - No soy para tanto, Kiyoshi, y lo sabes.
- ¿Perdona? - pregunto, frunciendo el ceño - Eres la chica más guapa que conozco.
- ¿Más que Scarlett Johansson? - me pregunta ella, escéptica.
- A esa no la he visto en persona, no cuenta - respondo, y ella se ríe.
- Eres muy bobo - me dice, pero veo sus mejillas encenderse. 
- O bobo o avispado, Saya, pero las dos cosas no, ¿eh? Que me confundo - contesto, haciéndola reír nuevamente.
- ¿Vas a besarme o no?
- No lo sé. Sí, seguramente. Me gusta besarte, y no tengo motivos para no hacerlo - contesto.
- Pues hazlo ya - dice ella, desviando la mirada - ¡Hazlo antes de que-!
Atrapo sus labios con los míos interrumpiendo sus palabras, y me separo un par de segundos después.
- ¿Antes de qué? - pregunto, apoyando mi frente en la suya.
- De que me arrepienta, pero creo que jamás me arrepentiría de algo así - dice, y luego me abraza - A la mierda, Kiyoshi. Seamos novios.
- Espera, espera - digo, alejándola de mí - ¿En serio me lo dices? ¿Quieres que seamos pareja? ¿DE VERDAD? - le pregunto, emocionado.
- Sí, pero no hace falta que lo grites... - dice ella, mirando a un lado.
- ¿Que no lo grite? ¿QUE NO LO GRITE? - exclamo, y luego hago como si fuera a ir a la tarima para anunciarlo por los micrófonos.
Pero Saya me agarra del brazo mientras se ríe, tirando de mí, diciendo que soy muy idiota. Y es bastante probable que sea así. Que sea un completo y absoluto idiota. Pero ella me gusta demasiado, y que quiera ser mi chica es la mayor alegría que podría darme. Por eso sonrío como el idiota que soy. Por eso me siento tan repentinamente feliz.
***
Llegamos a casa a risas a través de nuestras máscaras de gas, dados de la mano. Saya se quita la suya antes que yo, y luego me da un beso a través de la misma. Me quito yo la mía, sintiéndome un tanto mareado, ansiando una bocanada de aire fresco.
El mundo se mueve un tanto a mi alrededor. No me he pasado bebiendo, por lo que debe faltarme aire. Me paso una mano por debajo de la nariz al notarla húmeda, y al mirar, veo que estoy manchado de sangre. Me relamo los labios, limpiándola, y entonces veo a Saya apoyada contra la pared, observándome con una mirada llena de fuego, enrollando su fina trenza entre sus dedos.
- Pareces un vampiro disfrutando de la sangre - dice, bajando la mirada a mis labios.
Esbozo una media sonrisa.
- ¿Quieres que te convierta? - le pregunto, y a modo de respuesta, ella gira la cabeza a un lado mostrándome la tersa piel de su cuello.
Me acerco, y cuando estoy al lado, deslizo una mano por su cintura hasta sus lumbares, atraigo su cuerpo al mío, y luego me agacho para acabar por hundir mis dientes en su cuello. Oigo cómo suspira, y su caliente aliento chocando contra mi piel me enciende.
La levanto con las dos manos, apoyando su espalda en la pared, y ella se aferra a mí con brazos y piernas, atrapándome. Me doy un segundo para observar su gesto expectante antes de lanzarme a sus labios, antes de sentir su calor, antes de notar sus manos agarrando mi piel.
Nos perdemos a cada instante más en el frenesí. Pronto estoy acariciando la piel que se oculta tras su camiseta, y pronto ella se mueve para volver a estar de pie. Se quita todo excepto la ropa interior, dejándome absolutamente extasiado con las formas de su cuerpo, con las constantes curvas, con la absoluta feminidad de cada milímetro de su piel.
Me quito yo mi camiseta y estoy desabrochando el botón de los pantalones cuando alzo la mirada y le pregunto:
- ¿Hasta dónde llegaremos esta vez, Saya?
Ella no responde, por lo que vuelvo a bajar la mirada para terminar de quitarme los pantalones, y cuando vuelvo a levantarla, irguiéndome, estando tan sólo en ropa interior, como ella; descubro que ha sacado los brazos de los tirantes del sujetador, dejándolo sólo agarrado por el broche a la espalda.
Entonces, ella me mira clavándome la oscuridad de sus ojos. Me mira como una leona al cazar. Y así, responde a mi pregunta:
- Hasta aquí.
Se lleva las manos a la espalda, y me vale ese segundo para saber lo que va a hacer, y aún así, me sorprendo al ver cómo su sujetador cae a sus pies.
................................................................................................................................................................




Que sí, que es domingo, que ya lo sé T^T
Dos días seguidos publicando tarde. Esto no puede ser, por mucho que haya estado ocupada - que lo he estado, la verdad.
Pero bueno, ya os prometo por lo más sagrado que la próxima semana no me retraso. Y... tal.
La buena noticia es que ya tengo preparadas varias entradas para retomar el reto diario de 2014 (bieeen, fieshta).
Y cambiando de tercio, esas son las canciones que cantan Saya y Kiyoshi. La letra de la primera tiene cierta (cierta) importancia, así que clickando AQUÍ podéis ver la traducción al español.
¿Y sabéis lo que me ha costado encontrar una maldita foto de unos labios DE TÍO manchados de sangre? Jolín, qué trabajazo. Toooodos eran de mujer. TOOOOOOOOOODOS. Y yo como: "Santo Dios, Kiyoshi no tiene unos labios tan femeninos, es que lo cuela".
Pero bueno, la encontré :'D
Por cierto... mmm... os comunico que... QUEDAN TRES CAPÍTULOS. Así que aprovechad los que vienen todo lo que podáis xD
Pero recordad que luego viene otra historia, que he decidido titular Carne entre los dientes, y seguramente conste de dos partes. Ya la iréis viendo ;)
Daré cosa de dos o tres semanas de descanso de historias largas tipo estas, y luego empiezo con esa, y mientras tanto puedo ir escribiendo los capítulos que faltan :)
En fiiiin... muchísimas gracias a Cgm (que ya te he respondido lo del libro, por cierto) y a Pao Del Cid por comentar el anterior capítulo ^^ ¡Sois lo mejor de lo mejor!
Un abrazo muuuuy fuerte para todooos, y nos leemos la próxima semana, el martes.
¡Sus quiero!

2 comentarios:

  1. MUAHAHAHHAA!!!!
    ESO SAYA!!!!
    ESO MUJER!!!
    MUAHAHAHAHAHHAAH >:D
    Wiiiii *U* ¡AMO ESTE CAPÍTULO! ASEHWQHDEWN Y CUANDO KIYOSHI LE DICE "¡¿EN SERIO?!" SÓLO ME LO IMAGINO DANDO SALTITOS COMO UN NIÑO PEQUEÑO EN NAVIDAD Y *U*
    SIYOSHI YEIH SIYOSHI AQUÍ SIYOSHI AQUÍ SIYOSHI ALLÀ *baila sin ritmo* SIYOSHIIII
    Wait what... ¿tres capítulos? ¿TRES CAPÍTULOS? T-T ¡DEMASIADO RÁPIDO, MISORA! ¡ME WANT ME MORE SIYOSHI! T-T Me siento como en el final de SSEP, sólo que SSEP duró más xD
    CAN YOU HEAR MY HEART BREAKING... T-T
    -Pao

    ResponderEliminar
  2. Tres capítulos??? TRES CAPÍTULOS??? No nos hagas esto...
    De qué irá Carne entre los dientes (o lo que sea)???
    Gran capítulo, y estoy de acuerdo con lo de que Saya es malvada

    C
    G
    M

    ResponderEliminar

¡Eh! ¡Ten cuidado conmigo! ¡Tengo una pierna! ¡Y puedo atacarte con ella en caso de no ser respetuoso en tu comentario! Así que vete con ojo...