9 abr 2014

[Intoxicados 22] - Sana...

Me quito los altos tacones y los tiro al suelo para luego patearlos. A la porra ya con ellos. Llevo menos de una hora practicando los bailes esos para tenerlos memorizados cuando terminen las vacaciones y tengo los pies molidos. Menudo invento del diablo los tacones. Que sí, que estilizan las piernas y todo eso, pero a la porra ya. Mis piernas son lo suficientemente bonitas. No tengo necesidad de usar taconazos.
Me paso el brazo por la frente, limpiando mi sudor, y salgo de la habitación. Caminar con los pies descalzos me sienta demasiado bien. Cuando paso por el umbral de la puerta del salón, dispuesta a entrar en el baño a darme un baño fresquito, Kiyoshi me pregunta qué tal me va.
Suspiro y le respondo:
- Voy tirando.
- He oído un golpe - dice, mirándome con los ojos un poco más abiertos de lo normal.
- He tirado los zapatos al suelo - contesto - Te reto a que te subas en esos instrumentos de tortura.
- No me valdrían - responde, encogiéndose de hombros.
- Me da igual - digo yo, negando con la cabeza, y luego añado - Me voy a bañar. Te lo digo para que no entres de improviso en el baño como en otras ocasiones.
Se ríe y asiente con la cabeza, diciendo: "está bien, está bien".
Llego al baño y abro el grifo, regulando el agua para que salga templada tirando a fresca, y luego me desnudo. Tengo que esperar un poco hasta que termina de llenarse, pero merece la pena. En cuanto entro me recorre un escalofrío de placer. Qué bien, agua fresquita en verano, una bañera en la que puedo incluso estirar las piernas de lo grande que es... sonrío, tomo un poco de aire y meto la cabeza bajo el agua. Suelto lentamente el aire, abriendo los ojos y viendo las burbujas que se forman, hasta que no aguanto más y saco la cabeza.
Me echo el pelo hacia atrás y apoyo la nuca en el borde. Debería enjabonarme o algo, pero bueno, tengo todo el tiempo del mundo para hacerlo. Cierro los ojos, pensando en la buena vida que estoy llevando estas últimas semanas. Todo me va bien, y tengo la esperanza de que siga siendo así. Incluso creo que, lentamente, empiezo a superar las muertes a mis manos. Supongo que el hecho de haber salvado varias vidas me ha hecho ver que no soy el monstruo que creía ser.
Eso, y la constante sensación de felicidad. Es porque Kiyoshi está conmigo. Sola también estaría bien, pero a su lado, simplemente, mi tiempo es mejor. Los días se pasan volando, entre conversaciones, jugueteos, risas, hacer la comida, limpiar la casa, salir a alguna parte, ver alguna película, tomar cerveza, darnos cariño, echarnos siestas... y a veces darnos un poco a la pasión, acabar exhaustos mirando los dos al techo mientras nuestros corazones laten con fuerza.
Estoy acordándome de cómo consigue que me estremezca, de cómo sus manos y sus labios recorren mi piel; cuando decido que lo mejor será enjabonarme un poco y que no estaría de más depilarme.
***
- Comprendo. Nos vemos mañana a las ocho.
Cuelgo el teléfono y me quedo mirándolo unos instantes. Me dan ganas de tirarlo al suelo como he hecho esta mañana con los zapatos, pero no lo hago. Lo dejo lentamente en la mesa y me quedo de pie, pensando.
Kiyoshi me llama. Está a dos o tres metros de mí, sentado en el suelo, viendo la tele. Los dos estábamos viéndola hasta que me han llamado. Y de pronto, todo es distinto.
- Saya - vuelve a llamarme, y le miro - ¿Qué pasa?
- Me voy mañana - digo, seriamente.
- Bueno, no es tan grave. Tú estarás en tu piso, yo aquí... incluso puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras. No eres una molestia, precisamente - dice, sonriendo.
- No - digo, y su gesto se torna serio - No me refiero a eso.
- ¿Entonces...?
- ¿Recuerdas que encontré a una inmune? He sido seleccionada para escoltarla a otra ciudad, porque resulta que en el hospital que tenemos aquí no tienen medios para desarrollar una cura. Sabes lo que ello conlleva, ¿verdad? - le explico.
Asiente con la cabeza. Claro que lo sabe. Ir de una ciudad a otra supone salir de una zona libre de zombies a una repleta de ellos hasta llegar a la ciudad destino, que será zona limpia de ellos.
Por suerte iremos en una camioneta, pero igualmente, es peligroso. Quizá incluso haya obstáculos por el camino: postes eléctricos caídos, árboles, zombies taponando... de todo. Puede haber de todo. Puede pasar de todo.
Me acerco a la mesa baja y me siento cruzando las piernas. Apoyo los codos en las rodillas y la cabeza en las manos.
- Bueno, seguro que va bien - dice él, animándome - ¿Cuánto tardarás en volver?
- Se supone que pasado mañana ya debería estar aquí - respondo, sin cambiar mi postura.
Se acerca a mí y me abraza como puede, aunque yo no me mueva. Pasan unos segundos hasta que me río un poco digo:
- Al menos me darán una paga extra.
Kiyoshi también se ríe levemente, y es entonces cuando me decido a abrazarle yo también a él. Al principio es un abrazo normal, pero cuando me doy cuenta de que quizá no vuelva, acabo por sentarme sobre él, como he hecho otras veces. Pero esta vez es distinto. Sólo quiero abrazarle. Y eso hago, con brazos y con piernas, estrecho mi cuerpo al suyo. Me da igual que haga calor. Temo no volver a notar esto. Temo no volver a sentirle tan cerca de mí.
Él también hace lo mismo. Me aprieta con fuerza contra sí.
No sé cuánto tiempo pasamos así, abrazándonos. No lo sé, pero no me importa, porque es como si se parara el tiempo, como si de pronto no hubiera un terrible mañana, como si pudiéramos estar así toda la eternidad. Ni yo le suelto a él, ni él a mí. En silencio, ambos, respirando, apenas moviéndonos. Sí, el tiempo se vuelve... estático.
***
Aprieto los cordones de las altas botas militares. Es un uniforme de camuflaje que sólo he usado un par de ocasiones. Normalmente, me cambio en el trabajo. Tengo otro allí. Este es más para este tipo de casos, o por si el otro acaba en condiciones terribles.
Kiyoshi está a mi espalda, en pijama. A pesar de que podría haberse quedado durmiendo para no madrugar, se ha levantado conmigo, ha hecho el desayuno, el cual hemos tomado juntos, y ahora sigue aquí conmigo, en la entrada de la casa, observando cómo me calzo.
Termino de hacer el nudo de la segunda, bien fuerte, para que no se desate; y entonces me levanto. Suspiro sonoramente. No quiero irme. Quiero quedarme aquí, seguir disfrutando de mis vacaciones. Temo demasiado no volver. Temo tener que volver a matar a alguien. Temo acabar sobreviviendo en zonas abandonadas, como antes. Temo no tener a Kiyoshi a mi lado.
Me giro y le dedico una sonrisa. Él a mí otra, aunque la alegría que muestra no llega a sus ojos.
- Pareces todo un hombre metida en ese uniforme - dice, bromeando.
- Tampoco es que yo sea Miss Feminidad - respondo, esbozando una media sonrisa.
- Eso es mentira, y lo sabes - dice él, acercándose a mí.
Separo los brazos, y él, entendiéndome, viene a abrazarme. Sé que quedan aún un par de minutos para irme, por lo que los aprovecho al máximo, nutriéndome de este momento como si tuviera que sobrevivir gracias a él dos días, como si fuera mi alimento. Entonces Kiyoshi me levanta del suelo, sorprendiéndome, y me da una vuelta en el aire. Me hace reír sin que pueda evitarlo, y cuando me baja, me mira y me dice:
- Bueno, al menos he conseguido que te rías un poco.
- Eres muy bobo - digo yo, y él esboza una sonrisa amplia y empieza a decir:
- Pero te quie-
Le pongo un dedo en los labios, haciendo que se calle, y luego levanto la cabeza para besarle. Igual que hasta hace unos instantes me alimentaba de su abrazo, ahora me alimento de este beso. Lo disfruto todo cuanto puedo, memorizando cada sensación: el calor, sus manos en mi cintura, la sensación de su pelo ondulado entre mis dedos, la suavidad...
Finalmente, nos separamos. Es hora de irme.
- Dime lo que me ibas a decir cuando vuelva - le susurro, separando mi rostro del suyo.
- ¿Y cómo sé que volverás? - me pregunta, claramente preocupado.
- Lo sabes porque quiero escuchar lo que me tienes que decir - respondo - Y voy a luchar contra viento y marea para que me lo digas.
Se queda mirándome unos segundos en los que tengo que retener las lágrimas. El gesto que tiene, la enorme preocupación y miedo que reflejan sus ojos, su boca torcida hacia abajo... todo me hace querer no ir, pero no puedo. Tengo que irme.
- Tengo que irme - digo, dándome la vuelta.
Él se queda callado. Me pongo la máscara de gas, y sigue en silencio. Abro la puerta a la primera Sala de Purificación, y no dice nada. Es cuando se está cerrando la puerta tras de mí cuando le oigo exclamar:
- ¡Tienes que volver! ¡No hemos hecho el amor!
Me giro, con gesto incrédulo. Le veo a través de las puertas, sonriendo. Será idiota. Me hace reír y llorar al mismo tiempo. Las lágrimas caen de mis ojos sin que pueda evitarlo, pero a la vez, río como una boba.
Le miro directamente a los ojos, sin moverme, aunque él no pueda ver los míos, y manteniendo la sonrisa en mis labios, sintiéndome triste y alegre al mismo tiempo, levanto mi dedo corazón y se lo muestro.
Él hace como que se desmaya, como tantas otras veces. Me hace volver a reír.
Incluso en momentos tan difíciles como estos, es capaz de tragarse sus sentimientos para hacerme sentir mejor. Le quiero por estas cosas. Me hace feliz por estas cosas.
Y por estas cosas, voy a volver sana y salva.
................................................................................................................................................................
AAARGGHHHH
Acaban de dar las doce T^T Ergo es miércoles.
No me ha dado tiempo a publicarlo, técnicamente, el martes. Pero bueno, AÚN NO ME HE IDO A DORMIR. Sigue siendo viernes, subjetivamente.
Por otra parte, me he tirado hooooras buscando las dos imágenes que he puesto. No esas en particular, buscaba otras, como por ejemplo una chica con uniforme militar (pero o eran imágenes de mierda o eran disfraces en plan sexy o eran dibujos en plan sexy), una chica andando, me daba igual si con tacones o descalza (pero eran todas por calles y eso, no por interiores, y las que había en interiores, había gente cerca), un abrazo en plan triste... y lo mejor que he encontrado, ha sido ese gif.
Total, que no encontraba lo que quería y he tenido que poner esas imágenes, que más o menos se adaptan. Más o menos.
Por otra parte... OMG, DOS CAPÍTULOS PARA EL FINAL.
Vosotros estáis emocionados, yo también... y en este capítulo dejo temsión xD 
Mwahahhaa.
En fin, muchas gracias a Pao Del Cid y Cgm por haber comentado el anterior capítulo. ¡Sois geniales las dos! ¡Sí señor! ¡LA LECHE SOIS!
Y bueno creo que ya está.
Me he tirado casi una hora escribiendo este párrafo. ¿Por qué? Porque me entretengo con tonterías. Así soy yo.
Veeenga, un abrazo para todos ^^

4 comentarios:

  1. GAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH, MISORA, BLOGGER BORRÓ MI COMENTARIO.
    Y TENGO SUEÑO.
    PERO NO POR ESO DEJARÉ DE COMENTAR.
    EEEH, ¿tienes idea de lo raro que es comentar dos veces? Es como practicar un discurso frente a alguien que se lo sabe de memoria D: PERO BUENO, EN MI ANTERIOR COMENTARIO DECÍA... QUE AMO EL SIYOSHI.
    FIN.
    PUNTO.
    OKNO. ¿TE LA CREÍSTE? Gah, en general amo Intoxicados, a ese par de idiotas y a la épica Saya-SHE'LL STOP THE WHOOOOOOOOOOOOOLEEE WOOOOOORLDD, SHE'LL STOP THE WHOOOOOOOLEEE WORLD FROM TURNING INTO A MONSTER, EATING UUSSS ALIVEEE (Ahora que me fijo la canción es perfecta para Intoxicados *O*-, y la manera que tiene Kiyoshi de subirle los ánimos. Amé la despedida xD
    -Pao
    PD: Quiero hacer una portada para Carne Entre los Dientes.
    PD2: Ahora volveré a la tarea. Y a desvelarme. *llora silenciosamente*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿¿¿PERO POR QUÉ BLOGGER BORRA COMENTARIOS??? ¡Y A MÍ ENCIMA ME DESAPARECEN ENTRADAS! Esto es pucta locura, Pao. PUCTA LOCURA.
      Pero agradezco que comentaras aunque tuvieras que re-escribirlo T^T Muchas gracias, de verdad, eres un cielo de chica.
      BUENO, la verdad es que la pareja Siyoshi (como tú la has llamado, y no tengo queja alguna) ha sido así como que muy chula XD Los dos son tal para cual en realidad y eso.
      Y CLARO QUE SAYA PARARÁ EL MUNDO ENTERO DE CONVERTIRSE EN UN MONSTRUO. Saya puede parar lo que sea. Lo que sea te digo xD
      Y Kiyoshi es que es muy buena gente :'D A pesar de que él no esté de humor, pone a saya antes que él para subirle los ánimos :')
      Respecto a la portada, ¡ya la harás! Cuadno suba imágenes y sepas algo más de la trama ;) Y estaré encantada de verla ^^ Me gustaron muuuuuucho todas las que hiciste :3
      ¡Un abrazo muy fuerte, Pao! Muchas gracias por haber comentado y leído una vez más ^^

      Eliminar
  2. Dos capítulos... Vomo se te ocurra matar a Saya para que no se reencuentren te fusilo, vale?!?!?! (En serio, quiero un Happy Ending)
    Un capítulo buenísimo y sobre los tacones... ni idea de quién los inventó ni por qué, pero al principio eran para hombres y las mujeres se los empezaron a poner para ser más masculinas (así que a sufrir los chicos, que yo me pongo las bambas)

    C
    G
    M

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, ya sabes que no la maté, pero es que tampoco tenía pensado hacerlo. No se lo merecía ni ella, ni Kiyoshi, ni vosotros, ni la historia. Esta historia merecía happy ending y es lo que tiene ^^ Y creo que todos lo hemos disfrutado mucho así.
      Por otra parte... sí, los tacones los inventaron para hombres, más particularmente, para carniceros, porque así se mantenían más alejados de la sangre del suelo y no se manchaban los pantalones o los zapatos de ir por la calle - fíjate tú qué cosas más curiosas.
      Yo también prefiero las bambas, la verdad xD Mucho mejores. Mucho más cómodas.
      ¡En fin! Muchas gracias por leer y comentar este capítulo ^^ ¡Eres estupenda!
      ¡Un abrazooooote!

      Eliminar

¡Eh! ¡Ten cuidado conmigo! ¡Tengo una pierna! ¡Y puedo atacarte con ella en caso de no ser respetuoso en tu comentario! Así que vete con ojo...