24 ene 2019

Palos de ciego


Has sido una chica mala.
Has sido una chica muy, muy mala.

Podrías haberte contenido, haberte silenciado:
tú misma sabes
cómo amordazarte,
demasiados años de práctica
demasiadas ocasiones,
hostias, si aún lo haces,
hija de mil hienas,
triste escoria:
te aprietas el cuello y se te calienta el vientre.

Pero hablaste e hiciste,
hiciste antes de hablar,
hiciste deprisa
hablaste despacio,
creyendo saber pero nunca sabes
aún no sabes
ni quién eres.

(Te dice un profesor, un maestro,
que lo importante no es quién eres,
sino qué haces,
pero si aceptas esa narrativa
no eres más entonces
que lo peor
lo peor
lo peor que ha caminado
sobre esta Tierra).

Y ahora, ¿qué estás haciendo?
Palos de ciego
un día esto y al siguiente aquello.

Rompes corazones.
Los haces añicos.
Te vas odiándote
te vas sin irte
como si así ayudaras.

Rompes corazones:
los pedazos te los clavas
y te llamas mártir.

Dentro de un mes, una semana, un día,
nos veremos.

Dentro de un mes me cuentas
a quién has hecho daño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Eh! ¡Ten cuidado conmigo! ¡Tengo una pierna! ¡Y puedo atacarte con ella en caso de no ser respetuoso en tu comentario! Así que vete con ojo...